Vaya sabadito en el Ciutat

Cuando los síntomas de flaqueza se evidencian y el acierto no es el deseado, es momento de empujar con el corazón. Y cuando el Levante UD parecía haber obrado con lo último y ya acariciaba una nueva victoria, se dio de bruces con un desafortunado penalti que provocó que el Córdoba CF se volviera con el botín de un punto.

- Los goles de Morales y Kocho no tumbaron al Córdoba CF (@A. Benetó | LUD) -

Con los bocadillos entrando en cuerpo de los presentes por el horario, el espectáculo deportivo no invitaba a una buena digestión. En una irreconocible versión mostrada, los de Julián Calero eran incapaces de conectarse ante el peor visitante de LaLiga Hypermotion. A excepción de una volea de Pampín y un libre directo que Pablo Martínez estrelló contra la madera, no hubo nada reseñable y los errores iban encadenándose en ambas zonas del campo.

Los goles y las emociones estaban reservados para la segunda parte. Theo Zidane tan solo necesitó 25 segundos para castigar a una endeble defensa, que volvió a hacer aguas por su flanco izquierdo, síntoma de la poca contundencia de Pampín y la nula ayuda de Morales, con un remate ajustado al palo de Andrés Fernández. La tensión comenzaba a ser manifiesta y el runrún iba tomando forma, demandando cambios inmediatos.

Pero cuando más sufrían los azulgranas y más cerca estaba el cero a dos, las remontadas ya rutinarias del Ciutat volvieron a salir a la luz. A un muy errático Morales le bastó una única genialidad en forma de vaselina para establecer el empate; la ejecución rápida de Carlos Álvarez en una falta fue determinante para propiciarla.

Sin salir a flote toda la magia desde segunda línea, el Levante quería demostrar pegada en los metros finales. A Kocho le anularon el segundo gol de la tarde por un fuera de juego, pero minutos más tarde y tras un golpetazo al rostro de Brugui, iba a traducirse en un penalti. La primera pena máxima de la temporada iba a ser transformada por Kocho con mucha sangre fría.

El 2-1 lucía sobre el electrónico y los tres puntos se presagiaba que fueran a quedarse para los valencianos, al no dar apenas señales de peligro sus rivales. Pese a todo, en el fútbol no se puede vender la piel antes de cazar el oso y el tiempo de descuento penalizó con la misma moneda que antes había caído de cara: con un penalti. 

Unas manos extendidas de Andrés García dentro del área daban la oportunidad al Córdoba de sumar. El especialista Jacobo González envió su chut a la escuadra. Vaya sabadito en el Ciutat y vaya triunfo se volvió a dejar escapar, como ya ocurriese en Anduva.