El calvario de Doukouré llega a su fin

743 días. Es el tiempo que ha pasado desde que Cheick Doukouré disputó su último partido como granota. En Anoeta hizo su reaparición con el Levante, al superar un largo calvario como consecuencia de las lesiones.

- Doukouré volvió a jugar con el Levante dos años después (@Adolfo Benetó | Levante UD) -

Estando disponible desde principios del mes de enero, cuando comenzó a realizar ejercicios con el resto del grupo, aún no había tenido ocasión de vestirse de corto. Su primera convocatoria fue el 5 de febrero, frente al Granada. Pero ha sido contra la Real Sociedad, a falta de 20 minutos para la finalización, cuando Paco López llamó en la banda a Doukouré para "reestrenarse". 

Una oportunidad que seguro habrá saboreado como el primer día con tal de comenzar a recuperar buenas sensaciones, aunque el resultado no fuera favorable. En esa corta franja de tiempo, el ahora '25' levantinista acompañó a Malsa en la medular y coincidió con los minutos de más efervescencia ofensiva del Levante.

El origen de la pesadilla se remonta al pasado 24 de febrero de 2019. En un partido contra el Real Madrid disputado en el Ciutat de Valencia hizo su último servicio al Levante, saldado con derrota por un presunto penalti precisamente del costamarfileño. Fruto de aquel lance, en que golpeó al aire y cayó de malas formas, Doukouré sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.

El centrocampista africano no pudo competir más aquella temporada. Y en la 2019/20, fue cedido a la SD Huesca. Cuando estuvo recuperado, sufrió dos nuevas lesiones, especialmente grave la segunda de ellas consecuencia de una rotura del tendón de Aquiles. La peor de las suertes azotaban a un tipo sensato como Cheick. Ahora, afortunadamente, vuelve a disfrutar del fútbol.


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