El impacto del fondo CVC sobre el descenso del Levante UD

Un descenso implica muchos cambios. En ocasiones, puede suponer hasta contratiempos o problemas. Y esto es lo que va a suponer al Levante UD en relación a los ingresos obtenidos mediante el fondo CVC, cuyas condiciones se reajustarán y pueden hacer peligrar la viabilidad de futuros proyectos a corto y medio plazo.

- Quico Catalán, durante la presentación del antigua área deportiva del Levante UD (@Radio Marca Valencia) -

La entidad levantinista fue una de las grandes beneficiadas de las sumas obtenidas hace un año mediante el fondo de inversión. Al coincidir con su militancia en primera división, el Levante percibirá en torno a 70 millones de euros desde CVC, que irán destinados al patrimonio neto. En este sentido, la pérdida de categoría no implica que dichas cantidades se vayan a ver reducidas. Es decir, en Orriols se contará con la totalidad de los millones, que son un aval para la reforma ya realizada de las infraestructuras del estadio Ciutat de Valencia y en el plano deportivo para sanear ligeramente sus cuentas de cara a la inscripción de futbolistas.

Los cambios comenzarán a partir de esta temporada 2022/23. Al igual que todos los equipos del fútbol profesional que han descendido, desde LaLiga se realizará una quita provisional del 50% respecto a las cantidades que anualmente se han de devolver. Una medida en vistas a la reducción de ingresos totales (derechos de televisión, salarios de plantilla, abonos...) que afectan notablemente a la economía de los clubes afectados.

En estas condiciones, el Levante UD podrá estar durante los próximos 10 años devolviendo la mitad del dinero correspondiente, todo ello mientras no se vuelva a ascender a primera división. En caso de volver a la élite del fútbol español, se recuperarán las condiciones y porcentajes inicialmente pactados, respecto a la suma total de los millones percibidos, a devolver en un plazo de 50 años.

Unas medidas confirmadas por Javier Tebas, presidente de LaLiga, cuando fue preguntado por este medio en el pasado mes de enero al respecto, en su intervención en el IALE International School de L'Eliana. Algo que el propio Quico Catalán, presidente del club levantinista, corroboró posteriormente en una de sus comparecencias públicas ante los medios de comunicación.

Un objetivo, el del ascenso, que sumado al de obtener amplios beneficios en ventas ya desde este mismo verano, debe de ser esencial e imprescindible a corto plazo. La gran amenaza es precisamente esa: que al Levante se le atragante un rápido ascenso. Cada año transcurrido juega en su contra por dos razones. La primera de ellas son las ayudas al descenso, un bonus establecido a través de la RFEF que compensa durante los años iniciales en base a una serie de condicionantes como son los ingresos totales recibidos, los años de permanencias y el dinero de las televisiones de los últimos cinco años. Aquí el Levante UD es uno de los grandes beneficiados, donde cumple todos los requisitos, al igual que el Deportivo Alavés, para ser de los más ricos de la categoría.

La segunda razón es agotar esas ayudas al descenso y, en el peor de los escenarios pero no menos posible, que en 2032 el Levante continuara en segunda división. Aquí habría que activar la alerta naranja. Porque transcurrido este tiempo, se tendría la obligación de devolver a CVC las cantidades originales que estaban fijadas en primera división. Es decir, rondaría una media aproximada de 1,5 millones de euros por temporada, si descontamos la quita temporal de dicha década transcurrida. Todo ello con el hándicap de la reducción progresiva del presupuesto, que limitaría excesivamente las capacidades económicas de la entidad valenciana y pondría en jaque la viabilidad y recursos deportivos. 

El claro ejemplo, salvando las distancias y con dicha situación excepcional, se encuentra actualmente en equipos como el Málaga CF y Real Zaragoza, con presupuestos anuales que no rebasan los 7 millones de euros totales. Algo muy similar se le presentaría entonces al Levante, habiendo que descontar aquí la "penalización" de dichos intereses ya citados. Por dicha razón, el impacto del fondo CVC no es menor y exige no relajarse en ningún momento.


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