Levante, ése es el ejemplo

El Osasuna pasó de ser un feroz lobo a un simple corderito. El Levante conseguía ganar en el Sadar cinco visitas después. El Osasuna, su bestia negra, se vio indefenso ante los levantinistas que dieron dos imágenes durante el partido.

Foto: Jorge Ramírez / Levante UD
Los primeros 45 minutos fueron más de descontrol y en los que el Levante se vio perdido atrás sin saber que hacer. Muestra de ello fueron las dos llegadas de las que se dispuso: la primera con un centro de Pedro López no culminado por Babá y la segunda el perdón de Lell ante Andrés, dando un pase a ninguna parte.

Sin embargo, el descanso sirvió de mucho. Las palabras de Caparrós y la entrada de Xumetra dieron una mejor versión. Una versión que es la que muchos aficionados desean. Al margen de las numerosas llegadas por banda o con pases al hueco a Babá, la actitud y la ambición estuvieron presentes al cien por cien. Dos características ausentes en últimos compromisos que dificultaron que las palabras victoria y Levante estuvieran unidas. El fútbol, no sin mucho sufrimiento tras el fallo de Diop en el penalti, fue al final justo con el club granota, que conseguía llevarse los tres puntos. Nota curiosa es que se logró ganar ante diez adversarios (aunque el partido ya estaba encarrilado) y con la equipación verde. Levante, ese es el ejemplo.


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