El Levante UD ha regresado del parón de selecciones con una certeza que invita al optimismo: el equipo de Julián Calero está creciendo, y sobre todo, sabe competir lejos de Orriols. En dos escenarios muy distintos y frente a rivales exigentes, los granotas han conseguido sumar 4 de 6 puntos, un botín que responde de manera positiva a todas las dudas del principio de temporada.
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| - El Levante UD celebra un gol durante la temporada 2025/26 (@La Liga) - |
La primera prueba llegó en Montilivi, donde el Levante UD firmó un 0-4 que sorprendió tanto por la contundencia como por la sensación de control y pegada que transmitió. Mas allá de los goles de Etta Eyong, Carlos Álvarez, Iván Romero y Koyalipou, lo que se percibió fue un equipo con hambre, capaz de aprovechar sus momentos y demostrar que está preparado para mirar de tú a tú a cualquiera.
La segunda parada fue El Coliseum, donde el contexto fue completamente distinto. El Getafe CF de Bordalás exigió un partido muy físico, de duelos y de fricciones constantes. El Levante, lejos de descomponerse, supo adaptarse y gracias al talento de Brugui y el gol de Iván Romero encontró la manera de adelantarse. Aunque en la segunda mitad el empuje azulón acabó igualando el marcador, la imagen del conjunto granota volvió a ser la de un equipo que sabe sufrir y resistir.
Más allá de los números, lo importante es la sensación que transmite ahora este Levante ante rivales de "nuestra Liga". Un equipo que empieza a dejar atrás dudas, que se adapta a cada escenario y que sabe responder ante rivales y contextos muy diferentes. Ahora, con un 4 de 6 puntos fuera de casa, el reto se traslada al Carlos Tartiere, donde espera un Real Oviedo que exigirá el máximo antes de un nuevo parón por los compromisos internacionales.
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