La pedida de mano y el "sí, quiero" más granota

El 25 de mayo de 2025 siempre se mantendrá como un día recordado y de celebración. Para Carlos y Aurora lo será aún más por un doble motivo. No solo festejaron el ascenso del Levante UD. También significó el día de su pedida de mano. Sobre el césped de El Plantío, en una cita especial para ambos, se produjo ese irrepetible momento.

- Pedida de mano de Carlos y Aurora, aficionados del Levante UD (@GuillemLUD) -

Carlos López, un levantinista de 'Comando Marcador', sabía a lo que se exponía. Iba con la mente puesta en lo que podía suceder, no solo deportivamente hablando. Tras más de tres años de relación, quería que coincidiera su pedida de mano con el ascenso del Levante a Primera División y que fuera un instante irrepetible. Porque poco a poco, Aurora también se ha ido granotizando fervientemente por ese círculo de amistades, gracias en parte al club de Orriols y haciendo bueno el dicho de "no nos gusta el fútbol, el Levante sí".

"Quería aprovechar un momento que fuera bonito para ella, pero también bonito para mí", relata Carlos, que ya había sido previsor tiempo atrás con la fecha en que pudiera confirmarse el ascenso, aunque fuera lejos del Ciutat de Valencia. "A lo mejor no hubiera marcado Carlos Álvarez y seguiría sin estar prometido hasta otro momento. Lo hizo y me tocó jugar a mí. La que me ha liado", bromea sobre su tocayo.

Aurora, la otra implicada en esta historia, no daba crédito a lo que veían sus ojos. Pero no dudó ni un solo momento en responderle con un "sí, quiero" que establecía el final feliz. Ella no se lo esperaba. Estaba tranquilamente paseando sobre el césped. Al ver tal reacción por lo que suponía, quedó muy emocionada y contenta, a pesar de su timidez.

Muchas de sus amistades, donde algunos lo sabían y le compartían lo bonito que podía ser esa situación, quedaron asombrados por el acto llevado a cabo. "Al final se dio todo. El domingo era mi cumpleaños y se juntó el ascenso, la pedida y el estar rodeado de los míos. Todo salió a pedir de boca, de cuento", valora Carlos.

Y no solo su entorno cercano compartió ese momento, sino buena parte de los levantinistas desplazados. Apenas unos pocos minutos después de la invasión y tras cantarle el "cumpleaños feliz", Carlos aprovechó ese instante improvisado por el círculo formado para dar el paso de sacar el anillo. La gente de su alrededor se echaba las manos al rostro por el asombro y otros reflejaban emoción.

Ahora, en vistas a la futura boda de estos dos granotas y gracias a la importancia que tiene el Levante en la vida y relación de ambos, les gustaría poder compartir su unión de alguna forma con el club en el Ciutat de Valencia. Porque lo que el Levante ha unido más, que no lo separe nadie.

¡Enhorabuena pareja!


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