Las otras facetas desconocidas de Julián Calero

Si hubiera que definir a Julián Calero se podría hacer como un tipo carismático. Es un hombre que vive el fútbol. Un auténtico devorador de este deporte, que está al pie de las batallas, que no brilla por sus grandes lujos y sí por su sencillez, humildad y trato cercano. Pero detrás del actual Julián Calero entrenador hay una larga historia y otras facetas que no se conocen tanto, cuya evolución y experiencias lo han llevado a ser quien realmente es actualmente.

- Julián Calero, entrenador del Levante UD, en una de sus visitas al Ciutat de Valencia (@La Liga) -

La vida de las personas está antes que el fútbol. Y desde el prisma laboral, para él también lo estuvo especialmente durante su juventud. Julián Calero antes era Policía Local. Un episodio le quedó grabado a fuego en su vida: los atentados del 11 de marzo en el metro de Madrid. 

Con 34 años, le tocó estar presente y trabajar con las víctimas o afectados por el atentado terrorista. Como Calero relató en una ocasión, le tocó presenciar imágenes muy duras, escuchar testimonios de sufrimiento y convivir de primera mano con experiencias personales que no se olvidan ni se pueden imaginar. Sin duda, unos momentos que le sirvieron para ser una persona más fuerte.

Si nos centramos en el fútbol, Julián Calero no estuvo al mando desde el primer momento. Se inició en la cantera del Atlético de Madrid en 2003, donde llegó a dirigir al Juvenil, para más tarde ser el acompañante perfecto de entrenadores de más renombre. Entre ellos se encontraban Míchel González y Julen Lopetegui.

Especialmente con este último estuvo muy ligado. No solo lo acompañó en sus años en la cantera del Real Madrid, sino que también confió en él para que estuviera de segundo entrenador en el FC Porto durante el año 2014, compitiendo en Champions League.

Portugal no ha sido la única experiencia internacional para Julián Calero. Del fútbol de Rusia, de la mano del FC Volga Nizhny Novgorod, y en Al Jazeera Club de Emiratos Árabes Unidos también se ha nutrido el madrileño. En el país oriental estuvo junto a otro español, Luis Milla.

- Julián Calero, en la Selección Española de Fútbol (@RFEF) -

Al igual que Lopetegui lo marcó, a Fernando Hierro también Calero le estará agradecido. La leyenda madridista lo escogió para centrarse más de lleno en el balompié español. El año después del último ascenso granota, Calero estuvo asistiéndolo en el Real Oviedo. Y debido a su buen hacer, Fernando Hierro también lo eligió cuando pasó a ser seleccionador de España. Posiblemente, su experiencia deportiva más especial se dio en el Mundial de 2018, cuando Calero ejerció como asistente técnico.

Tras concluir esta etapa, ahora sí llegó el momento de Julián Calero entrenador. Tras una breve estancia en el Rayo Majadahonda, llegaron los éxitos ya sonados con el Burgos CF y el FC Cartagena. Un ascenso al fútbol profesional, otra temporada de ensueño convirtiendo a los de El Plantío como equipo revelación de LaLiga Hypermotion y el milagro de la permanencia con el Efesé esta última campaña, pasando a ser uno de los equipos con mejores registros desde su llegada. Casualmente, en el Cartagena ha coincidido con su hijo y futbolista Iván Calero, que no le ha impedido desarrollar su labor de forma ética y profesional.

Queda claro que Calero no es un tipo indiferente. Más allá del área técnica de los estadios, suele deleitar con respuestas virales en rueda de prensa. Una de ellas, la de comer bocadillos de mortadela antes que tener que optar por el caviar, que solo está al alcance de unos pocos y habitualmente no es para los más humildes. También por las diferencias de jugar bien o jugar bonito, donde como míster es partidario del fútbol más eficaz.

Décadas de vivencias variadas que el mismo Julián Calero está recopilando en un libro, que próximamente verá la luz, sin saber aún exactamente qué año escogerá para su publicación. Ahora, tras el bonito texto que dedicará al FC Cartagena, Julián Calero espera plasmar y escribir otro bonito episodio junto al Levante UD.