Entrevista Héctor Rodas: "Ni en los mejores sueños me hubiera imaginado todo lo que he vivido con el Levante UD"

Para definir lo que es ser granota, canterano levantista y el Levante UD, pocas opciones mejores hay que Héctor Rodas. En la actualidad forma parte del cuerpo técnico del Atlético Levante UD, como asistente de Álvaro Del Moral, pero le contempla una larga trayectoria. En Mundo Levante UD compartimos una larga charla con él, en la que tratamos sus vivencias futbolísticas y reflexiones de vida.

Héctor Rodas Levante UD
- Héctor Rodas en su etapa como futbolista del Levante UD -

- ¿Cómo se define Héctor Rodas en el día a día?

Desde mis inicios hasta ahora ha cambiado mucho mi vida. Ahora soy padre de dos hijos, una persona atenta a ellos y muy cariñoso con ellos. Soy tranquilo, casero, me gusta estar con mi familia y disfrutar con mis amigos.
 
Has sido futbolista, pero rompes el “tópico” ya que tienes la carrera de CAFAD. ¿Crees que los deportistas actualmente no dan mucha importancia a su formación y descuidan el futuro?

He convivido con muchos futbolistas y en vistas al futuro, que tengan una carrera, hay pocos. Es cierto que mis padres me han inculcado esos valores y lo agradezco. Pese a estar en Primera División, cogía el autobús a las tres de la tarde para ir a la universidad. Al ser inquieto, estudiar me hacía también evadirme un poco de la presión del fútbol. He tenido también suerte de no salir de mi entorno y hace que tu vida siga más normal.
 
Los años que estuve en el Levante me saqué la licenciatura y estoy muy contento de ello. Junto a otros cursos que voy realizando, es estar preparado para el día de mañana cuando no pueda física o mentalmente continuar compitiendo en activo. Tener algo el día de mañana para seguir relacionado con el fútbol que es lo que me apasiona.
 
- ¿En qué consiste el curso que has realizado en la RFEF?

Tras sacarme un curso de análisis de datos, he estado con el curso de entrenador UEFA y realizo el máster de dirección deportiva en la RFEF. Respecto al máster, antiguamente los perfiles eran de exfutbolistas o entrenadores, pero va cambiando esa tendencia. Se orienta hacia tenencias de directores deportivos como Pablo Longoria y Antonio Cordón, de marketing dentro del fútbol… La gente puede pensar que este cargo solo consiste en fichar, pero es mucho más.
 
- ¿El día de mañana preferirías ser entrenador o director deportivo?

Mi forma de pensar es tener el mayor abanico de formación. A partir de ahí, ver qué oportunidades surgen. Me gusta el trabajo de entrenador en el campo. Creo que tengo esa presencia y carácter en la que allá en donde he ido ha sido importante y me puede funcionar. Pero en la gestión también soy una persona muy reflexiva y responsable, pudiendo hacerlo bien al tomar decisiones importantes.
 
- Antes de militar en el Atlético Saguntino tuviste una etapa futbolística en India. ¿Cómo es el fútbol en este país?

El fútbol indio es un desconocido y está por crecer. Quieren hacer las cosas bien, tienen ilusión y trabajan por progresas. India es el país con el índice de población más grande y potencialmente, desde lo económico, también lo es. Al final la gente que ahí se dedica al fútbol hace cosas positivas, como intentar mejorar las instalaciones, con grandes estadios y donde hay grandes propietarios de otros clubes que apuestan por exponer el fútbol europeo en la India. Es un mercado enorme y los clubes importantes tienen millones de seguidores.
 
A nivel deportivo, salvo Mumbai City y Atlético Kolkata que se llevan los internacionales, el resto son gente muy joven. Empiezan a jugar con 15 años al fútbol, por la que la táctica y esa formación del día a día no la tienen. También otro problema es que solo pueden jugar cuatro extranjeros y si el resto no tiene el nivel no es fácil.
 
Eres un tipo cercano y familiar. ¿Lo más duro fue estar tanto tiempo alejado de tus seres queridos?

Totalmente. Además, por la situación del COVID, estábamos apartados en un hotel y casi no podíamos salir de allí. Lo que más me costó es estar lejos de mi familia. Cuando yo me fui, tenía una niña de medio año y mi hijo que cuando volví cumplió los tres años. Te pierdes muchos momentos que no puedes recuperar. Pero al final es un esfuerzo que haces también por ellos, ya que era una apuesta económica importante para mí, pero de cara a un segundo año ya me lo pensé más y volví. Al final son experiencias que se acumulan y satisfecho con ello.
 
- ¿Qué opinión tienes de la gente que prioriza el dinero en el fútbol antes que las oportunidades deportivas?

Al final cada uno prioriza sus valores. Algunos tienen sus objetivos económicos y otros que anteponen otras cosas. A lo largo de mi carrera ha sido lo deportivo y el sentido de pertenencia. Si hubiese sido por mí, habría seguido en el Levante toda la vida. Yo lo tenía claro, aunque viniesen pagando más. Este club va más allá que un trabajo y era un sentimiento profundo en lo que nos hemos dado todo, pero a veces se dan circunstancias y tienes que salir.
 
Ya a partir de entonces miras todo porque nuestra trayectoria deportiva es corta y económicamente tienes que rentabilizar también lo máximo posible, pero dentro de tus metas. Hay gente con 20 años que se va a Catar a ganar dinero y es lícito. Yo también tuve la oportunidad en su momento y no me lo planteé. Cuando cumples cierta edad, sí puedes afrontar con otra mentalidad y mirar este tipo de cosas.
 
-mEres granota de pura cepa. Tu debut se dio en una de las etapas más complicadas. ¿La plantilla del ascenso es la más especial en la que has estado?

Sobre todo, me quedo con el equipo de la temporada del centenario. Las circunstancias del club hacen que mucha gente joven pueda debutar y estar en el primer equipo y ser profesional. A nivel de grupo, por compañerismo y todo lo vivido, es el año que más me costó despedirme de mis compañeros. Como contaba Ballesteros, nos reunimos a cenar todos y hubo muchas lágrimas porque había gente que sabías que no iba a seguir. Íbamos todos en el mismo sentido y al final se consigue algo más grande que la salvación, ya que ese era el objetivo. Se contaba con gente que se quería reivindicar, por lesiones o apenas jugar, más los jóvenes que queríamos nuestro sitio. Existió una simbiosis que dio lugar al ascenso y la familia que formamos.
 
- ¿Ese equipo y comunión también sirvió para dar impulso al posterior crecimiento de un levantinismo azotado por la situación del club?

Yo también soy aficionado y al fin y al cabo sé que la gente estaba quemada. Veníamos de años de muchos problemas, pese a los ascensos y descensos, pero se dieron situaciones complicadas para todos y de impagos. Sin ir más lejos, yo no cobraba en el filial.  En general, se perdió un poco la ilusión por el Levante. Recuerdo partidos con unas 3.000 personas y se terminó casi llenando el estadio.
 
Al final, como dice la canción de ‘Los Secretos’, fue un año de resucitar. Era desaparecer o conseguir lo que se hizo y más en un año tan importante como el del centenario. Ese logro cambió la historia del club y para mí ha sido el punto de inflexión y crecimiento para el levantinismo.
 
- ¿Qué supone haber capitaneado al Levante en todas las categorías y en competición europea?

Si me pudiese sentar delante de ese niño que con 8 años empezó en el Levante y le preguntara cuáles son sus sueños de futuro, creo que me diría todo lo que me ha pasado: ascender en la escuela, vivir todos los cambios del club, ser capitán en cada categoría, llegar al primer equipo y consolidarme, jugar la Europa League… Me siento todo un privilegiado. Ni en los mejores sueños me hubiera imaginado todo lo que he vivido con el Levante, además de todo el cariño que me tiene la gente.
 
- ¿Qué se sentía al escuchar el himno de la Europa League desde el césped?

Es una sensación casi indescriptible y brutal. Como levantinista, valenciano y del barrio del Cabañal, con un equipo al que yo iba a ver cuando estaba en Segunda B y encontrarme jugando contra algunos de los mejores de Europa hace preguntarte: ¿Qué hemos hecho?
 
Recuerdo que con mis amigos me pillaba el Levante para jugar la Liga Máster y enfrentarte por Europa porque era algo irreal. Luego lo consigues en la realidad y lo disfrutamos bastante. Fue otro sueño cumplido, parece complicado de que se repita y fue un honor lucir la bandera del club por Europa.
 
Tu salida definitiva se dio en el mercado invernal de 2015, ¿fue un pacto amistoso? ¿Pensabas que llegaría en ese momento?

Fue una situación complicada y en la que estaba para consolidarme definitivamente. Era capitán, Mendilibar apostó por mí desde el primer momento y me trasladó que iba a ser indiscutible en el equipo. Luego hubo cambio de entrenador y Lucas Alcaraz decidió no contar conmigo, donde se me dijo que no iba a tener minutos. Yo terminaba contrato esa temporada y tuve que buscar soluciones.
 
Pese a que yo no hubiese salido en la vida de mi club, me tocó tomar una decisión que fue más del míster que mía. Ante las necesidades del club de poder firmar a otros, mi salida fue una forma también de ayudar al Levante. Por suerte, he vivido otras grandes experiencias: dos ascensos, competir en Bélgica y la India… Cuando se cierra una puerta, se abren otras y hay que asumirlo.
 
- A todo futbolista siempre le gusta jugar. ¿Pasó factura la falta de minutos para consolidarte más en el Levante?

Cuanto más hubiese jugado, más importante habría sido. Por mi posición, al final tampoco es fácil dar minutos a un chaval y más con la gente que había alrededor, más veterana y con una carrera más contrastada: Ballesteros, Vyntra, David Navarro… Aunque hubo entrenadores que no apostaron tanto por mí, sí terminaban dándome minutos.
 
También es cierto que tuve alguna lesión en momentos inoportunos para consolidarme. Ahora lo veo yo desde el otro prisma, se tiene mucho respeto y hay que ser valiente para dar esas oportunidades esperando que los jóvenes respondan. Al final no me puedo quejar ni tengo nada que reprochar nada a nadie.
 
Héctor Rodas Levante UD camiseta
- Héctor Rodas con sus camisetas como futbolista (A. Benetó | LUD) -
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 ¿Confiabas o te hubiera gustado volver al Levante como jugador algún día?

Era mi ilusión y tenía confianza en que pudiera volver. Tuve la oportunidad el año que el Levante desciende y yo juego play-off con el Córdoba. En esa transición del mercado tuve conversaciones y se me traslada que hacen falta centrales; de hecho, ese verano ficharon cuatro. Yo venía de hacer una gran temporada, a la altura de los defensas fichados finalmente, pero por circunstancias y motivos que se nos escapan un poco de las manos no se dio.
 
- Quien volvió como jugador es Iborra, ¿qué se siente al ver desde la grada a un amigo y antiguo compañero?

Iborra al final es como un hermano. Es padrino de mi hijo y yo de los suyos. Nos conocimos en alevines en el Don Bosco y luego lo acogí en el Levante cuando llegó con 14 años. Hemos tenido carreras siempre cercanas.
 
He tenido auténtica envidia sana y estoy tranquilo porque él siempre da todo por el Levante. En el momento que me olía algo sobre su regreso, él me lo confirmó. Es todo un referente y fue una noticia que me llenó de alegría, no solo por sus sentimientos, sino porque también con su experiencia aporta mucho al club y ayuda a consolidarlo.
 
¿Sientes el cariño de la gente cuando se te ve por el Ciutat de Valencia?

A parte de las vivencias, del fútbol al final te quedas con la gente ya que es lo que perdura. Para mí esto no tiene precio. Ahora cuando vuelvo al Ciutat también la gente me para. Que todos guarden ese gran recuerdo de ti, debe significar que has hecho las cosas bien.
 
Yo he vivido mucho con el Levante, pero el día que volví con el Córdoba fue el partido más duro de mi vida por todos los recuerdos. El speaker dio mi nombre y todo el estadio aplaudió, meto el gol y también, y después al final la grada vitoreando mi nombre. Se me ponen los pelos de punta solo de nombrarlo y presumo mucho de ese vídeo que tengo guardado.
 
- ¿En qué crees que se ha podido fallar para no asentarse en la élite?

Tampoco sabría decirte muy bien ya que no he estado in situ en los sitios. Es cierto que hasta el momento que estuve nos mantuvimos en Primera. Decisiones con fichajes, de la elección de entrenadores u otras circunstancias pueden haber sido posibles causas. Al final siempre van a estar 10 equipos peleando por mantenerse en lo más alto y es complicado a nivel competitivo.
 
- ¿Un futbolista se prepara para el momento de la retirada?

Nunca estás preparado para levantarte al día siguiente y pensar que se te ha acabado el fútbol. Yo siempre he tenido proyectos en mente para llevar esa transición. Así tienes una motivación o ambiciones y será más fácil que si te quedas en casa, incluso saber que vas a hacer si surge una oportunidad antes de colgar las botas. Hay vida y opciones más allá del fútbol, pero particularmente no me veo en otra cosa.
 
- ¿Crees que hay futbolistas que no saben asumir ese cambio de no estar en el foco por falta de motivaciones u objetivos futuros?

Tal cual. Hay muchos compañeros que no tienen otras inquietudes. Si buscas otras ilusiones, como ir al gimnasio, jugar al tenis… al final el día de mañana no te costará tanto. 
 
- ¿Cómo pasa factura la inactividad por una lesión a un futbolista? ¿Cómo es el proceso para su reincorporación?

A lo largo de mi carrera afortunadamente no he tenido lesiones graves, pero sí algunas que me hicieron estar varios meses fuera, incluso en mi mejor momento. Mi primera lesión importante llega con 21 años, en la tercera jornada y sin volver hasta Navidad, y en ese momento casi te quieres cortar las venas. Cuando te haces mayor, le das más normalidad. Forma parte del fútbol y te toca estar en soledad y recuperarte lo mejor posible para volver en cuanto antes.
 
El deportista profesional es inversamente proporcional a la salud, en la que estás expuesto a muchas presiones físicas y psicológicas. Hoy en día en este último aspecto se ha mejorado, al igual que la readaptación. Y cuando rompes esa rutina de actividad, lo pasas mal.
 
- Un deseo de cara al futuro

Hoy en día, yo me levanto y doy gracias por todo lo que tengo: mi carrera, mi familia, tener salud… junto a todos los sueños que he conseguido. En vistas a un futuro, tengo el sueño de poder volver al Levante en alguna faceta para ayudarlo a seguir creciendo y ser importante.


* Nota informativa: Esta entrevista fue realizada en mayo de 2023, antes de la vinculación oficial de Héctor Rodas con el filial del Levante UD tras anunciar su retirada como jugador.

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