Laura Gutiérrez, más conocida como ‘Guti’, ha sido una miembro más de la gran familia granota durante toda una década. Llegó siendo futbolista, pero dio un giro radical a su vida y hasta finales de este 2023 ha estado integrada dentro del área social del Levante UD. Ahora forma parte de ‘Insuperabili’, fundación líder en Italia en la Inclusión de personas con discapacidad a través del deporte. En Mundo Levante UD hemos querido conocer su historia mediante esta entrevista, de lo que le llevó a competir en el fútbol a primer nivel a cambiar por completo en su faceta laboral.
- Guti, en una de las jornadas de convivencia de la Fundación del Levante UD - |
- ¿Cómo definirías tu etapa como futbolista?
Siempre he dicho que he sido una privilegiada y afortunada
de poder disfrutar del fútbol como profesional durante una década. Empecé en el
FC Barcelona, compartí equipo con jugadoras muy buenas de las que aprendí mucho
en todos los sentidos, gané títulos y disfruté de la Champions League.
Ya en el Levante di el salto para cambiar de ciudad, de casa y era un club diferente al Barça, con un carácter más familiar. Con 19 años, que me abriera sus puertas, me sirvió para jugar más y mejorar como futbolista.
- ¿Cómo te resultó esa
transición del Barça al Levante?
No lo recuerdo como un momento difícil, ya que soy una
persona atrevida y voy a por todo si algo lo tengo claro. Siempre he tenido los
pies en el suelo y sabía dónde quería ir y el porqué. Ese cambio era porque
quería tener más minutos y así fue. Volví a disfrutar, las lesiones que tuve en
el Barcelona casi no las sufrí aquí… No fue un retroceso porque el hecho de
estar en uno de los mejores clubes, para una, no tiene que ser lo mejor.
- En el Levante fuiste importante, jugando primero de centrocampista y más tarde de central. Luego colgaste las botas. ¿Fue difícil esa decisión?
Al final sí resultó complicada porque yo llevaba 26 años dando patadas a un balón. Mi vida giraba con el fútbol en torno a un 90%. No fue fácil dar el cambio de dejar esa vida para empezar otra etapa. Pero sabía lo que no quería en mi vida y por aquel entonces llegó una circunstancia en la que yo no estaba disfrutando, pero sí había otra parte que me daba cosas muy buenas cuando yo entrenaba con el Levante UD EDI. Esa situación me rondaba tiempo por la cabeza sobre lo que me hacía feliz, cerrando otra en la que también lo fui, pero al final el fútbol tiene fecha de caducidad. No es la edad, sino lo que te lleva a dar el paso.
- ¿Esa felicidad es lo que exclusivamente te llevó a dar el
paso o la circunstancia de no jugar tanto en ese momento también ayudó?
Como futbolista siempre quieres jugar el máximo. Llega un momento en que empiezo a tener menos minutos, lo gestiono bien porque estaba satisfecha con mi trabajo y respetaba las decisiones de los entrenadores, pero en el último año hubo gestiones más internas que no compartía y que me hacía quemarme día tras día. Lo que era felicidad y motivación, me lo llevé a tomar como una obligación porque lo ponía en un contrato.
- Hay compañeras que también se han apartado del fútbol
profesional. Algunas se han sumado al proyecto de la Queens League. ¿Qué
opinión tienes sobre ello?
Es una iniciativa que me gusta y hace falta. Hay muchas
futbolistas que por circunstancias dejaron de competir a nivel profesional o
están en ligas inferiores. Puede ser algo bonito, como ocurrió con la Kings
League, y es una buena manera de enganchar a la gente al fútbol femenino porque
estamos en una era en que los influencers tienen más reconocimiento que muchas
personas.
Yo misma tuve un tiempo en que pensé en presentarme al draft porque me encanta el fútbol, pero no me daba la vida entre sus torneos, mi trabajo y estudios actuales.
- Años atrás, en otra entrevista realizada, comentabas que “lo
importante no es ganar títulos, sino crecer como futbolista y persona”. ¿Esto lo
encontraste en la nueva etapa de tu vida?
Por supuesto. Ninguna profesión es mejor o peor, tienes que encontrar tu vocación, que es lo que te permitirá ser y trabajar feliz. Todo lo relacionado con colectivos vulnerables y más enfocado a personas con discapacidad, a mí siempre me ha gustado y llamado la atención. Pienso que como futbolistas también tenemos una responsabilidad social porque el fútbol tiene mucho potencial y visibilidad. Es importante que las personas que formamos o hemos formado parte de este mundo hagamos algo para que las personas que tienen menos oportunidades puedan practicar y disfrutar con el deporte. El fútbol no es el tema principal, es la excusa perfecta.
- ¿Esa filosofía que tienes te ha servido para identificarte
más con los valores de la Fundación Cent Anys del Levante UD?
El Levante y su Fundación tienen unos valores que por suerte los podemos aplicar en nuestro día a día y en el trabajo. Tenemos más de 200 deportistas e intentamos inculcarles esos mismos valores, con el objetivo de que se desarrollen como personas antes de hacerlo como deportistas, ya que la primera es la que perdura dentro de la sociedad.
- ¿Cuál es el cargo que has desempeñado en la Fundación?
He sido la responsable del área de integración social. Dentro de ella, he coordinado al equipo del Levante UD EDI Femenino y de todos aquellos que están en proceso de iniciación.
- Guti en su etapa como futbolista (@LUDFemenino) -
Ahora mismo estoy en el último curso del grado de Educación Social. Cuando empecé la carrera, la hacía a distancia porque por horarios me era incompatible y así sabía organizarme bien. Ahora me levanto temprano, voy al gimnasio y vengo al trabajo. Al tener horario partido aprovecho para adelantar trabajos o estudiar, luego regreso al trabajo y ya al llegar a casa realizo más faena de la universidad. Es encontrar los ratos disponibles. Los fines de semana intento desconectar bastante, yéndome a la montaña o practicando otros deportes.
- El Levante te marcó desde tu llegada. ¿Qué ha significado
estar vinculada a este club primero como futbolista y luego en su área social?
Me he sentido toda una afortunada. Si no compartiera estos valores, seguramente me hubiera ido hace muchos años antes, porque no es mi ciudad ni mi casa. El Levante me dio muchas cosas buenas y el paso a la Fundación aún más.
- Los valores de humildad, familiaridad, cercanía… están muy
presentes en el club. ¿Los has sentido más presentes en la Fundación del
Levante UD?
Sí. Yo nunca me he considerado la típica futbolista que le encantaran las redes sociales, aparecer en los medios… Siempre he querido pasar muy desapercibida. Pensaba que no estaba en el sitio adecuado y que el problema lo tenían los demás, hasta que me senté un día a reflexionar y consideré que era por mi forma de pensar, ideales... al no estar en un ambiente que me hiciera bien del todo. Ahora he encontrado mi lugar, donde puedo ser yo y no parece que vayas a trabajar. La única diferencia es que ahora debo ser todavía más cercana con los jugadores y sus familias. Esa cercanía, por ejemplo, viene más por la persona que por el rol ejercido.
- Como jugadora en activo, el fútbol femenino aún estaba en
etapa de readaptarse profesionalmente. Aunque no sea a nivel competitivo,
¿valoras que al deporte de personas con discapacidad no se le reconoce lo
suficiente?
Partiendo de la base de que en España otros deportes que no sean fútbol casi ni se ven, imagina el deporte paralímpico o modalidades practicadas solo por personas con discapacidad. Este mundo tiene como “booms”, donde puede que esté de moda, pero no está reconocido. Falta mucho camino para que a un deportista con discapacidad se le reconozca directamente como deportista, independientemente de sus características, aunque realice el mismo trabajo que cualquier otro. El problema está en la sociedad y en lo que vende.
- En la Fundación has vivido numerosas jornadas de
convivencias y torneos. ¿Cómo te sentías cuando estas concluyen?
Particularmente, me lo pasaba muy bien. La última vez fue en Bilbao y en el estadio de San Mamés, correspondiente a la segunda fase de la Liga Genuine. Son jornadas en las que ves a los jugadores cómo disfrutan. A nosotros nos da igual el resultado porque, al fin y al cabo, es un número. Solo con ver la cara de felicidad con la que salen todos, es algo muy bueno. Al acabar cada torneo regreso más feliz que cuando empieza, a pesar del cansancio, y me digo que valió la pena.
- ¿Qué es lo más bonito y lo más complicado de tu trabajo?
Nosotros trabajamos con un colectivo que en ocasiones
requiere de mucha atención. Tiene cosas muy bonitas, porque estás con personas
que no tienen filtros, son transparentes y no van con ninguna maldad. Poder
trabajar con ellos en el campo y verlos disfrutar es lo más positivo, además de
que las familias te reconozcan sus avances también en habilidades sociales.
La parte menos bonita puede ser cuando sabes que algún deportista pasa por alguna situación inestable emocionalmente o lo tienen que ingresar. “Tenemos la suerte” de estar pocas horas con ellos, que son las de sus mejores momentos. En el día a día, con su familia, sí pueden pasar por diferentes momentos complicados.
- ¿En qué proyectos estará involucrado próximamente la
Fundación del Levante UD?
Hemos empezado este año con el proyecto europeo de ‘Special
Champions League’ y que durará hasta finales de 2024. Estábamos muy metidos en
España, pero más allá de nuestro país aún no habíamos hecho nada. Con este
torneo abrimos las puertas a nivel internacional y nos permite conocer a otros
clubes y fundaciones, intercambiar formas de trabajo y conocimientos… Eso nos
hace mejorar en muchos rangos.
También conviene señalar otras iniciativas contra el bullying, que surgieron con el psicólogo Enric Valls unido a este proyecto de la Fundación, o actividades que se compatibilizan entre las distintas secciones y equipos que componen el área social.
- ¿Algún último mensaje que quieras mandar de cara a la
sociedad?
La sociedad ha mejorado en torno a la perspectiva que tiene
sobre la discapacidad, pero aún queda mucho por recorrer. Invitaría a la gente
a dejar atrás cualquier prejuicio y no poner etiquetas, que a veces es
arrastrado por la cultura u otro aspecto, y que conozcan realmente cómo es. Hay
que normalizar. El deporte puede ser la unión de todas las personas, porque es
un lenguaje universal.
* Esta entrevista fue realizada antes de que Guti llevara a cabo oficialmente su marcha al proyecto de Insuperabili
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