La impropia situación de Rubén Vezo con el Levante UD

En tiempos actuales, la economía ocupa el primer plano del Levante UD. La delicada situación de las arcas granotas aprieta y la necesidad por sacar el mayor beneficio posible apremia. Con el mercado de fichajes en pleno proceso, uno de los nombres propios debería ser el de Rubén Vezo, pero por el contrario se vive una impropia situación con el jugador.

- La venta de Rubén Vezo se antoja necesaria para el Levante UD (@Adolfo Benetó | LUD) -

Erigido como líder del centro de la zaga, Vezo supo aportar un plus deportivo durante la pasada temporada en Segunda División. Tan solo una lesión muscular en el tramo final y su posterior recaída le impidió estar presente. Desde su llegada en enero de 2019, donde meses más tarde se acometió un traspaso por 5 millones de euros más otro en variables ya abordado, el defensor ha vivido altibajos pero en la categoría de plata marcó las diferencias.

Sin embargo, el Levante no se puede permitir seguir contando con un futbolista como Vezo y las condiciones vigentes de su salario. El luso cuenta con una de las fichas más altas de la plantilla, muy cercana al millón de euros, pese a la rebaja salarial por el descenso. A pesar de ser una garantía deportiva, el club valenciano necesita liberar masa salarial. Y pese a las promesas tanto de su agente, Jorge Mendes, como por parte del futbolista por traer propuestas convincentes, lo cierto es que desde los dos últimos años no ha sido así en absoluto.

Sin ir más lejos, durante los últimos días de agosto de 2022, Rubén Vezo fue vinculado hasta a tres clubes diferentes: Olympiakos, Maccabi Haifa y Benfica. El histórico club griego hizo una oferta no superior a los 2 millones de euros. Por otra parte, la entidad de Israel no dio el paso adelante pese a mostrarse muy interesado. Y lo mismo ocurrió con el Benfica, que no puso empeño en unas negociaciones a la baja.

Ahora, desde que concluyó la liga 2022-23, por Rubén Vezo todavía no ha habido propuestas formales ni tampoco ha trascendido ningún tipo de interés. En mitad de la actual necesidad para cuadrar el 'Fair Play Financiero' y compensar el sobreesfuerzo del año pasado, se antoja un problema mayúsculo. La venta debería ser una obligación, pero esta tendrá que esperar, si es que finalmente se produce.