Emilio Nadal: "La Copa de 1937 es un premio para el Levante y el trabajo de mucha gente"

Emilio Nadal es el responsable del Área de Patrimonio Histórico del Levante UD. A lo largo de las últimas décadas ha desempeñado una labor incansable para que se lleve a cabo el reconocimiento de la Copa de la España Libre de 1937. Tras su aprobación como título oficial, ha concedido esta entrevista a Mundo Levante UD explicando sus sensaciones y todo lo vivido a lo largo de este tiempo.

- Emilio Nadal posa con la Copa de la República de 1937 ganada por el Levante FC (@EmilioNadal) -

- Tras muchos años de lucha, se consigue el reconocimiento de la Copa. ¿Ha sido un gran alivio profesional y personal por lo que conlleva?

Yo no me puedo desligar de la Copa porque me he pasado 25 años detrás. Pero entiendo que es un premio para el Levante y levantinismo, no para mí. No me quito ningún peso de encima, pero es una recompensa al trabajo realizado por mucha gente. Pasadas unas horas, entiendo el legado de lo que puede significar y es que el club tiene un título. 

- ¿Qué consideras cuando se dice que este título no tiene legitimidad o genera controversia?

Al que lo piense y le quite trascendencia, le emplazaría a hablar con nosotros y le contaría los argumentos encantadamente. Lo entenderá. Es solo cuestión de voluntad, poniéndose en perspectiva del tiempo histórico. Había entonces fútbol, con una una cierta tendencia a mantener la normalidad dentro de la anormalidad por la Guerra Civil, al igual que otras actividades de ocio.

- ¿Justicia es la palabra indicada para este reconocimiento?

Sí, era de justicia que se reconociera el valor de aquellos jugadores y aquellos federativos que apostaron por mantener el fútbol siempre dentro de la legalidad de la República. A veces se olvida que ese fútbol se disputaba dentro del territorio constituido y reconocido por las urnas, con otra parte de España que se subleva. Es justo por todo lo que significó aquella primera temporada, de que hubiera una normalidad futbolística con los campeonatos regionales, la Liga del Mediterráneo y lo que posteriormente fue esta Copa. 

- La Copa de la España Libre de 1937 -
- Respecto al contexto de esa época, ¿por qué se pone en duda le legitimidad de la Copa?

La prensa contemporánea como 'Mundo Deportivo' le estaba dando el tratamiento de la Copa de España. Esa organización era lo más similar a las competiciones existentes, dentro de las controversias habidas, pero en el marco que imperaba en aquel momento. Estaba vinculado a Ricardo Cabot, que era como una especie de director general de la Federación y un hombre vinculado a FIFA. Se dice que la Copa fue una iniciativa de Rodríguez Tortajada, pero basado en lo que se venía jugando. En una entrevista realizada, comenta que habló con Colina, secretario del Valencia CF, para que Cabot hiciera oficial este título. Nadie inventaba las competiciones ni era menor, pero sí singular por las circunstancias de la guerra.

- ¿En qué momento te enteraste de que se iba a llevar a cabo el reconocimiento oficial?

Durante el final de la semana anterior nos avisan que ese reconocimiento puede ser relativamente pronto. El viernes ya nos dicen que sí puede ser, sin pensar que fuera a producirse el sábado, y estábamos con la expectativa. Yo ese mismo día tenía un concierto y estaba pendiente con el móvil. A mí me sorprendió que fuera tan a corto plazo, pero con reticencias.

- ¿De quién te acordaste en ese momento?

Me acuerdo mucho de Ramón Victoria. Fue el que nos introdujo en esta historia. Tuvimos muchas charlas y por ayudar a descubrir que somos campeones de algo que no sabíamos lo que era exactamente. Fuimos encajando piezas de un puzle, comentando con él que "imagina que un día lo reconocen". Entonces sería el año 2000 o 2001. Más tarde, le comento que puedo publicar la historia si descubrimos donde está esa copa. Sabíamos que se había ganado, pero no qué era de ella. Una tarde nos vinimos Ramón, su sobrino Enrique Victoria y yo y en una sala que se albergaban algunos trofeos la encontramos en una esquina, casi sin ningún valor.

Por supuesto me acuerdo de esos futbolistas, que con el tiempo casi han sido de mi familia. Me viene a la cabeza lo que sentirían. Hablando con los hermanos Calpe, entendí que su padre se sentiría campeón, aunque esto se hubiese olvidado durante mucho tiempo. Son los héroes de esa historia, no somos nosotros. Es de justicia, aunque haya llegado muy tarde.

- ¿Quiénes más merecen ser recordados por el trabajo de cara a haber conseguido este hito?

Es trabajo de mucha gente. Recuerdo por ejemplo la Peña Tòtil. Llego un día al campo y veo que hay un grupo de gente que está tan loca como yo, en el buen sentido, con una bandera reclamando la Copa. Para mí fue motivo de satisfacción. Lo que partía era sumar en estas causas, para que fuera más fácil. Porque en aquel momento me miraban como un loco que hablaba de una copa, disputada durante la guerra, que apenas no se conocía e incluso para algunos sectores era incómodo que se hablara de ello.

También por aquellos futbolistas que se jugaron su propia vida, porque la mayoría estaban en el frente y era una odisea llegar a esos partidos. Por otra parte, las actas de 1937 son fundamentales y el Sevilla FC nos pone tras la pista, al igual que Vicente Masip que está detrás de la 'Futbolteca'.  Compromís también ha tenido un compromiso y una labor importante con motivo la memoria democrática. Y se ha unido la literatura en vistas al centenario, como las obras de Felip Bens.

- Crónica final de Copa de 1937 -
- ¿En qué momento se remonta esa investigación más profunda para conocer toda la historia que había detrás de la Copa?

En estas instalaciones del Palco VIP, empecé porque Ramón Victoria me comentó en los años 90 que el Levante había ganado una copa. Por entonces ya no era presidente. Él solo conocía ese hecho a través de los más veteranos y decidí buscarlo por las hemerotecas. Por entonces estábamos en Segunda B y pensar que podíamos ser campeones, me incitaba a descubrir qué había detrás. He crecido con un equipo que estaba en el barro y cuando ascendía se celebraba por todo lo alto y que jugar en Primera pensaba que no lo vería en mi vida. Imagina ser campeón. Lo único que yo he hecho es recuperar esa historia.

- ¿Qué consideras que ha sido decisivo para que la RFEF procediese finalmente para el reconocimiento de esta Copa de 1937?

Durante muchos años tuve la sensación de que nos faltaba alguna pieza, en torno a los años 2000. El reconocimiento del Congreso de los Diputados fue un avance significativo. Tras conseguir esas actas que te citaba, ves que la FIFA está reconociendo que había como dos Federaciones, algo que en su momento cayó como una bomba, porque era un organismo oficial que reconocía a un Estado que se había sublevado. 

De 2019 en adelante, creo que el Levante se dio cuenta que tenía una base jurídica e histórica potente. Quizás de puertas a fuera el movimiento no ha sido tan evidente, pero viceversa sí ha sido. Hubo muchas reuniones internas que no han transcendido, explotando el camino del CSD, con Conselleria de Transparencia que trabaja en la Ley de Memoria Democrática... Hay un compendio de hechos y buscamos mil caminos para llegar a la RFEF, a la que sumamos dar visibilidad a la Copa en muchos sitios como el MUVIM, en la exposición de la capital de la República...

- ¿Por qué crees que se ha retrasado tanto en el tiempo por parte de la RFEF pese a las evidencias históricas y documentales?

En los últimos años se aceleró todo. Al principio, en época de Villar y a pesar de que el Congreso les insta a reconocer la Copa, la RFEF pide un estudio a CIHEFE que es muy negativo con esta Copa. Plantean que la Federación nada tiene que ver con ello, pero me sorprende que solo se quedaran con ese informe y además cuando el Levante forma parte de ella. Hubo un tiempo perdido porque era algo inamovible. Fue cuando entonces nosotros decidimos visibilizar y divulgar la Copa en todo momento, donde por momentos hasta parecía que era mi pareja de hecho, ya que me acompañaba a todas partes.

Al entrar Rubiales, no porque sea exjugador nuestro, plantea una Federación más moderna y no centrada en el inmovilismo. Pensamos que ahí si habría al fin cabida, aunque se ha alargado más de la cuenta, porque entendemos que a veces hay razonamientos confrontados. En ese sentido, sí me hubiera gustado que la RFEF nos hubiera citado en algún momento. Nosotros queríamos la Copa porque hay unos argumentos detrás, no porque sí, y que hubiera habido un diálogo que se ha echado en falta. 

- ¿Cuántas horas de sueño y trabajo te ha quitado la Copa de 1937 con la investigación, redacción de informes...?

No sé exactamente las horas, pero te puedes imaginar que muchas. Al principio era un tema que me reconcomía, porque era una revelación y una especia de desafío. "¿Y si somos campeones de verdad?", me preguntaba.  Ahora Internet domina todo, pero ten en cuenta que por entonces aún no estaba asentado. Hubo primero una labor de ir a la hemeroteca de Valencia para consultar la prensa valenciana, hacia 2005 me fui unos días a Barcelona a consultar Mundo Deportivo... Con el tiempo todo se ha digitalizado y es más sencillo.

- Si el club hubiera ido en 2008 a la liquidación, ¿crees que se hubiera logrado también este reconocimiento o hubiese quedado todo en un punto intermedio?

No lo sé, porque es un poco hablar en hipótesis. Hubiera sido mucho más complicado; tal vez sí con una refundación. Esa sensación de momentos difíciles de subsistencia del Levante lo hemos vivido en distintas ocasiones. Ahora estamos más curtidos, pero ese 2008 fue muy duro y salimos muy reforzados. Yo tengo una anécdota que a veces la he contado. Estaba preparando los libros del centenario, estando aún en el Castellón, y me dicen que el club no sabe si llegará a entonces aunque fueran a ser publicados. Incluso en una de mis visitas, podían confundirme con un inversor o venir como emisario de Blasco, al que también se vinculó en algún momento al Levante.

- Tú eres levantinista, ¿pero qué debe suponer para el club y para el levantinismo en sí que se haya conseguido esto?

El primer gran éxito fue que algo que era desconocido quedara en el imaginario colectivo del Levante. Ahora este trofeo es para el levantinismo. Se ganó hace más de 80 años, en un momento difícil, todavía como Levante FC. Sobre todo debe hacer disfrutar de esa sensación de ganar un título, que lo conocemos con el Levante UD Femenino pero no con el masculino. Es un legado que va a quedar ahí también para las futuras generaciones y es bonito aunque no lo hayamos visto. Está ahí y ya no vamos a tener que lucharlo.

- ¿Habrá una celebración a la altura para poder decir bien alto que "La Copa és nostra"?

El club está trabajando ahora en ello. Creo que el viernes sí va a haber una celebración en el campo, desconozco exactamente aún en qué sentido y quiénes vendrán. Incluso a partir de mañana se va a exponer en la Tenda Granota para que la gente pueda verla y hacerse fotos con ella. De hecho, en el Etno ya hemos puesto un cartel de que ya es un título oficial. Ojalá esta temporada se cierre con un ascenso, pero a nivel histórico estamos que nos salimos con esa exposición llevada a cabo por Diputació mediante Xavi Rius, el reconocimiento de la Copa... Por ello, sí habrá celebración especial.

- Un último mensaje que quieras mandar a todo el levantinismo

El mensaje que quiero mandar es que la gente disfrute de esta Copa de 1937. Es la Copa del Levante. Yo he trabajado mucho, empecé con veinti-muchos años, con momentos complicados y donde todo eran negativas. Pero nosotros somos del Levante, recibes el impacto, pero buscas más argumentos para levantarte porque no van a poder con nosotros. Hemos logrado una reivindicación histórica entre muchísima gente, sumando esfuerzos y argumentos, e invito a que venga la gente el viernes de cara a esa celebración. Somos muchos granotas, cada vez más, y es motivo de orgullo tras una década importante deportivamente hablando en todas las secciones y áreas del club. Somos más que un equipo de fútbol, también en el área social.


Comentarios