El primer tren por el ascenso pasó de largo en Orriols

La Segunda División brinda noches muy toscas a lo largo de una temporada. Hay jornadas donde la ley del más fuerte debería de imponerse, pero a veces no hay rival pequeño y Goliat no termina venciendo a David. Con esa misma moraleja se zanjó el duelo entre Levante UD y SD Ponferradina, en la que los granotas debieron de conformarse con un empate sin goles.

- Wesley Moraes, en el partido entre Levante UD y SD Ponferradina (@Adolfo Benetó | LUD) -

Una oportunidad perdida. Son las palabras que estuvieron en boca de más de uno tras el pitido final. Por más que lo intentó el equipo de Javi Calleja, no pudo agarrarse al vagón que los conducía directamente hacia los puestos de ascenso directo. Una semana con tres partidos y en el que el objetivo inicial pasaba por sumar el 6 de 6 puntos en casa, pero lamentablemente no fue así.

Las rotaciones y dosificación de esfuerzos no trajeron un as en la manga. Wesley Moraes estuvo mejor que otras citas, pero con el escaso acierto que le viene caracterizando. Suya sería una de las ocasiones más claras de la primera parte al recibir un pase filtrado, estrellándola contra el exterior de la red. Joni Montiel, como acostumbró ante el Málaga, se encargó de los remates de media distancia. Y Brugui se aferró a su titularidad con esa pólvora por banda, aunque con el mismo éxito que los anteriores.

Amir Abedzadeh, el portero de Irán que directamente ha llegado desde el Mundial para defender la meta de los de Ponferrada, se encargó de erigirse como estrella de este empate sin grandes protagonistas. Un par de buenas intervenciones, sobre todo una a Brugui en la segunda parte, junto al control de los tiempos ayudaron a los castellanos a sumar un valioso punto.

También sobresaltos para cada equipo, al ver cómo tanto Levante como Ponferradina anotaban un gol en posición ilegal. De Frutos sería el autor de ese tanto granota. Para más inri, la revolución que Calleja pretendía desde el banquillo fue más involución que un factor positivo. Ante la desesperación de propios y extraños, un nuevo tren por el ascenso pasa el lunes por Mendizorroza.

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