Una vez puede ser un error, dos fruto de una casualidad, tres motivo de un accidente. Pero cuando la dicha va más allá, es una situación más grave. El Levante UD de Mehdi Nafti ha tocado fondo. A costa del Racing de Santander, vivió su segundo fiasco consecutivo en el Ciutat de Valencia y encadena cuatro jornadas sin saborear los tres puntos.
- Un gol en propia puerta de Vezo da la victoria al Racing de Santander (@Adolfo Benetó | LUD) - |
"Como si fueras a morir mañana, aunque lo veas demasiado lejos", dicta una de las letras de las canciones de Leiva. Esa cita se puede aplicar perfectamente a la realidad que vive el Levante. En pleno mes de octubre y tras casi agotar un cuarto de la competición, sigue sin definirse y se acerca más a la zona baja que a la obligación (que no objetivo) deportiva. Frente al conjunto cántabro, para más inri, se perdió por un solo gol cuando se merecía encajar toda una goleada.
El técnico franco-tunecino quiso dar continuidad a la apuesta de Andorra. Quiso, pero no pudo, ya que ni equilibrio encontró desde la zona de centrocampistas. La primera parte estuvo protagonizada únicamente por un par de intentos de Brugui y una magnífica acción individual de De Frutos, que no pudo culminar con acierto frente al portero Parera.
Mientras tanto, en campo rival, donde más se jugó, el Racing marcaba el control y tiempos que se proponía. Un muy errático Matheus Aias, junto a varias intervenciones de mérito de Dani Cárdenas impidieron salir con la cara sonrojada antes del descanso.
Sin embargo, a falta del acierto de los delanteros rivales, Vezo anotó el único gol del partido, en propia puerta. Subía al marcador antes de alcanzar el primer minuto tras la reanudación, como culmen a la peor actuación individual y colectiva de toda la temporada, pese a las bajas de los santanderinos.
Wesley y Bouldini no arreglaron el desaguisado tras entrar en el 55'. Todo una sucesión de imprecisiones y despropósitos en la noche de hoy. Ni la expulsión de Aldasoro, que permitió al Levante afrontar el tramo final con superioridad numérica, sirvió para nada. De hecho, más cerca rondó el segundo tanto visitante, siendo Pombo ahora el que erraba o topándose con el arquero levantinista.
La grada no tardó en explotar. Gritos contra Nafti, contra Quico Catalán y mostrando el malestar contra sus futbolistas, que se fueron repitiendo a lo largo de los noventa minutos. El 9 de octubre terminó casi como un funeral y no como lo que debía ser un día festivo.
Hoy no sólo es que se haya perdido y se haya tocado fondo, es que el espectáculo (de jugadores y ciertos aficionados) ha sido bochornoso, lamentable y triste. Los socios podemos tener toda la razón y del mundo, pero no nos merecemos que se pierdan los papeles así. Ya está bien. Hay que cambiar la dinámica tomando acciones y cambiando piezas.
ResponderEliminarQuina cosa és la que certs aficionats han fet malament?
EliminarInsultar a los tus propios jugadores que están en el campo. Puedes pitar lo que quieras, pero no insultarles (como yo vi a gente hacerlo) y menos si se están dejando la vida. El domingo lo hicieron. Respeto siempre. No es el espectáculo que quiero que vea mi hija.
ResponderEliminarEstic d'acord en que no s'ha d'arribar a l'insult però sí és necessari expressar la disconformitat senyalant als responsables principals d'estos dos anys de chapuzas una rere altra.
EliminarTotalmente de acuerdo con Ud. Fernandet, el respeto y la educacion siempre, nosotros somos una familia de 9
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