Pepelu y su reciente renovación hasta 2032 generan emoción en el levantinismo hasta el punto de recorrer kilómetros en su honor. Veintisiete, para ser más exactos. David, Gon, Alejandro, José y Santiago son cinco amigos que el pasado sábado, dejándose llevar por la locura, hicieron una peregrinación a pie desde Oliva hasta Dénia para darle las gracias a la Mare de Déu y celebrar, así, la tan ansiada continuidad del nuevo ídolo granota en su ciudad de nacimiento.
- Etapa Oliva-Dénia en honor a Pepelu (@aristotelicando) - |
La idea nació del último de ellos, @aristotelicando, a través de Twitter hace un mes. Era una de esas promesas que se hacen cuando deseas algo que parece imposible pero no hay nada que perder, pues tras el descenso del Levante UD a Segunda División y con la cantidad de equipos que llamaban a las puertas de Pepelu, todo hacía creer que su destino estaría lejos de Orriols. Finalmente renovó, y del tuit se acordaron rápidamente tanto aficionados como el club, con respuesta del propio Pepelu incluida: "lo esperamos en lo alto del castillo". No valía hacerse el sueco, tocaba cumplir.
Pese a que en principio querían emprender la etapa desde Valencia, decidieron cambiar el punto de partida a Oliva para poder hacerla en un solo día. Habían estado en contacto con el Community Manager del Levante, quien había anunciado por redes que prepararían para ellos un kit de viaje con productos de la tienda granota, aunque no se les terminó proporcionando. Ya con todo organizado, se pusieron en marcha el sábado en torno a las nueve de la mañana. "Lo hicimos por Pepelu, el único que mueve el sentimiento granota ahora mismo", nos dice Santiago.
Sin embargo, lo que sobre el papel iba a ser una travesía tranquila se convirtió en un camino lleno de turbulencias. "Queríamos ir por la Vía Verde, la antigua vía de ferrocarril que se ha reacondicionado a un sendero sin desniveles, con merenderos y muy agradable. Pero nadie en el pueblo había oído hablar de ella y Google Maps tampoco la reconocía. Tuvimos que improvisar", explica. De esta manera tomaron la ruta hacia La Marjal, atravesando un coto de caza donde se toparon con charcos insorteables y con una jabalí y sus crías, que les obligaron a "batir nuestras marcas personales en 100m barro". De película.
Tras ello cambiaron de estrategia y siguieron por el borde de la carretera nacional, e hicieron una parada técnica en la playa de Santa Ana. Allí se encontraron a un dianense levantinista que les dio ánimos. Pasadas las tres y media de la tarde, llegaron a Dénia. Todo se resolvió con un arrocito con vistas al mar y, hecha la digestión, la visita a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción para culminar la peregrinación.
En ella no estaba Pepelu, con quien Santiago comenta que se habló previamente la posibilidad de tomar algo, pero al final se optó por "no incomodarle en sus vacaciones". Sin duda, una historia diferente que representa la alegría que ha generado la renovación del pequeño José Luis, llamado a comandar al equipo en su regreso a Primera y marcar época.
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