He muerto y resucitaré

Descenso del Levante. Las tres palabras que nunca debieron ser nombradas. El levantinista ya tenía asumido ese descenso desde hace meses. No por ello, uno está preparado para el momento. Ese instante en que el árbitro señala el pitido final por un bochornoso seis a cero y se consuma la confirmación de la tragedia. Ese adiós, el fin de otro bonito sueño.

- El equipo levantinista firma su descenso matemático a segunda división (@Adolfo Benetó | Levante UD) -

Madrid como ciudad y el Santiago Bernabéu como escenario. Ha sido en casa del campeón. Ha sido a falta de dos jornadas, generando falsas ilusiones. Es cuando el Levante dijo "hasta aquí", tras alargar la agonía de un sinfín de malas decisiones, partidos y de protagonistas que perdurarán en la historia negra del club. Goleada de las que duelen, no únicamente por el resultado. Mendy, Benzema, Rodrygo Goes y un hat-trick de Vinicius pusieron la firma de la derrota decisiva.

Una vez más, como en Villarreal 2005, como en en el fin de la era de Pedro Villarroel que a punto estuvo de llevar el club a la quiebra, como en la caravana granota a Granada de hace seis años... toca saborear las lágrimas cayendo por el rostro. El silencio tenso e indescriptible que te invade y te mata por dentro. La imagen que perdurará, la de volver a presenciar la peor de las estampas para un ser humano: la de rostros conocidos pasándolo mal y sufriendo por ese "ser querido" llamado Levante.

El mal está hecho. La herida sangra y hace daño. Seguro que sanará, que con el tiempo será cicatriz. Porque ahora se ha muerto. Pero se volverá a cantar "he muerto y he resucitado". El Levante volverá a estar entre los mejores en primera división, ojalá más pronto que tarde. Y nosotros a su lado. 


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