Incorporar un central en enero era condición sine qua non a ojos de la directiva y el cuerpo técnico granota. El elegido, finalmente, fue Martín Cáceres. Si se ajusta más o menos al perfil que solicitaba Alessio Lisci es una incógnita, lo que sí parece claro es que el uruguayo representa la última esperanza de una línea defensiva cuyos números son más alarmantes que nunca.
Pese a haber realizado su primer y único entrenamiento con el equipo con apenas un día de antelación respecto al partido, Cáceres fue de lo poco rescatable por parte del Levante UD en el Coliseum Alfonso Pérez, donde de nuevo la imagen colectiva estuvo lejos del mínimo exigible. Jugó la segunda parte en sustitución de Óscar Duarte y estuvo correcto, participativo e impidió que el peligro llegase por el sector izquierdo, donde pasó escorado la mayor parte de su estancia en el campo. Todo lo contrario que el costado derecho, donde Vezo dio pie a una auténtica autopista que el Getafe supo explotar.
Buena carta de presentación para elevar las bajas esperanzas depositadas en él por buena parte del levantinismo, que esperaba fichajes ambiciosos en enero. 'El pelado', apodo que recibe de sus inicios futbolísticos, es sin embargo una apuesta de riesgo tras su última etapa en el Cagliari, equipo de los más goleados del campeonato italiano y del que fue apartado por bajo rendimiento. "Algunos no son dignos de llevar esta camiseta y han jugado su último partido con el Cagliari", llegó a afirmar su director deportivo, Stefano Capozucca, después de recibir un 0-4 en casa ante Udinese el pasado 20 de diciembre señalando, entre otros, al recién llegado a Orriols.
Otra de las necesidades no cubiertas desde hace tiempo en este Levante es la fragilidad a balón parado, algo que habría llevado a buscar envergadura en el mercado. Cáceres, por contra, es el zaguero más bajito de la plantilla (1'80m). Alessio expuso en rueda de prensa que ello no impide que "por arriba vaya muy bien", además de destacar su carisma, carácter y polivalencia como principales cualidades.
Con Mustafi todavía lesionado, Duarte tocado físicamente y sin que Vezo, Postigo y Rober Pier aporten seguridad atrás, la defensa granota carece de liderazgo y se espera de Cáceres que aporte exactamente eso: galones, experiencia y sangre fresca, muy importante esto último en vistas de lo desconectado que está la mayor parte del equipo en todos los sentidos.
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