No hay peor sensación que ver que hagan daño a los tuyos, consciente o inconscientemente. Comprobar que ese "ser querido" lo está pasando mal y no puedes hacer nada más por ayudarle. Después de tanto tiempo en la oscuridad, cuando parecía que retomaba el vuelo, vuelve a otra de sus crisis. Eso es también el Levante UD ahora mismo.
- Quico Catalán debe reflexionar y el levantinismo tener libertad de decidir posibles cambios (@Mundo Levante UD) - |
Ni uno, ni dos; focalizar responsabilidades en figuras muy concretas es del todo injusto. Pero como presidente, Quico Catalán debe entonar fuertemente un "mea culpa", por reconducir a la delicada situación que ya se vivió en el levantinismo hace un lustro con el anterior descenso y, más gravemente, en 2008 cuando la Ley Concursal salió al rescate y se produjo la posterior incorporación del actual presidente. Recalco: no es el mismo emplazamiento, pero mucha cautela con dejar arrastrarse.
Tras el primer partido del año 2022, en una rueda de prensa que un mes después mantiene su definición de convulsa y confusa, Quico Catalán declaraba que se sometería a "examen". También el no recurrir a la "autodestrucción", porque es más fácil ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Siempre parece que hay alguien o algo que influye, nunca los errores de gestión o decisión tomadas, especialmente durante los últimos dos años, y que públicamente aún no ha listado el máximo mandatario.
La situación deportiva, ni falta hace mencionarla. Camino de hacer bueno al "Levante de los Riganò", como así me disgusta llamarlo. La peor temporada en cuanto a resultados y la más surrealista, por aquel entonces. Además, sin dirección deportiva desde noviembre y ahora, con un futuro incierto, surgen las precipitaciones por buscar los futuros protagonistas en la parcela, bajo la responsabilidad de saber el "qué será" del mismo señor Catalán. Es decir, una elección tardía y que ahora se antepondría antes de saber si seguirá o no al mando de la nave.
En lo económico, obviando o mencionando sin importancia pérdidas de 30 millones de euros en solo un año, mientras los patronos del Consejo ni si quiera votan por una abstención, salvo el FROG y la Delegación de Peñas del Levante UD, la verdadera representación granota y no la oligarquía impuesta y respaldada con dobles tintes por instituciones como la Generalitat Valenciana.
Las propias secciones notan esa profunda crisis institucional, dejadas ante la pasividad del "todo vale". Pero no; todo no se puede aceptar ni acatar. El Levante UD Femenino, de momento, en su peor campaña desde la fundación (y tiende a ir a peor próximamente) y más cerca del descenso que de los puestos cabeceros. El filial luchando por sobrevivir en la 2ª RFEF, a pesar de una apuesta más firme por gente de la casa. El Levante UD FS coqueteando con poder colarse entre los ocho primeros, cuando venía de aspirar al título y debutar en Champions League. Una detrás de otra.
Se acabaron las palabras de buena fe. Urgen cambios de nombres, de organigrama, de Estatutos de la Fundación... con tal de una mayor profesionalización y democratización del club con sede en Orriols. Medidas que numerosos levantinistas vienen reclamando, como demuestra también la plataforma 'Levante Somos Todos' que representa a más de 600 accionistas, peñistas, abonados o simpatizantes, que en la mañana de ayer 8 de febrero presentó una solicitud de reunión para abordar un diálogo con Quico Catalán y trasladarle sus inquietudes, con carácter urgente.
"Agarrarse al sillón", es lo que decía evitar el propio Quico Catalán cuando desde este medio le preguntamos cómo se gestionaría la votación de su futuro examen. Un examen en el que debería existir opción libre y real de pronunciarse por parte de todos y no solo por unos pocos. La mayoría accionarial es de la Fundación del Levante UD, quien a priori velaría por los intereses positivos de la entidad y no por las de un solo hombre y sus escuderos.
Con o sin Quico Catalán, se desconoce y habrá que esperar para comprobar si seguirá al frente, si será trasladado a otro rol o dará un paso al margen del club. La vida continúa. Que de eso no quepa duda, en primera o en segunda división. Ha sido muy posiblemente el mejor presidente y gestor de la historia del Levante, aunque los ciclos tienen un principio y un final. Únicamente cabe recordar: La autodestrucción no es solo un examen, es mucho más.
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