"Ganar te ayuda a ganar" es la frase de Alessio Lisci que más se ha repetido durante toda la semana, y el jueves, en Copa del Rey, el Levante ganó. Superado el trámite de bienvenida, llega lo gordo. El partido que puede asegurar la continuidad del técnico italiano en el banquillo y, por encima de todo, levantar al equipo en el momento más necesario. Por primera vez en meses, se respira ilusión.
- Arenga del Levante en su último partido ante Osasuna (Getty Images / Eric Alonso) - |
La afición rugirá en el recibimiento previo organizado por Levante Fans y llenará a las 18:30 horas un Ciutat de València que se vestirá de gala para recibir a Osasuna. Los cinco puntos de diferencia respecto a la salvación y las victorias de otros rivales directos como Granada y Mallorca obligan a ganar ya de ya. Javi Pereira deja tras de sí una plantilla al borde del K.O. si bien quedan todavía 25 jornadas por jugarse. Hay tiempo de sobra y la goleada copera, pese a su intrascendencia en lo deportivo, invita a mirar la final de mañana con otros ojos.
En frente estará el décimo clasificado, cuyo arranque de liga hizo que acechasen con frecuencia posiciones europeas. Sin embargo, suman seis partidos de liga consecutivos sin ganar. Ello no tapa que sean el quinto mejor visitante de la competición (cuatro victorias y un empate), pues solo han perdido dos de los siete encuentros disputados lejos de El Sadar. Está siendo un año muy discreto de Rubén García y tampoco están encontrado un claro referente en la delantera, pero a partir de un bloque sólido en defensa comandado por David García van avanzando sin pasar apuros.
Alessio, en rueda de prensa, apuntó sobre ellos que "han merecido más puntos de los que han sacado en los últimos partidos", y aunque cree saber por dónde pueden salirles durante el partido, pondrán las cosas extremadamente difíciles. No quiere pensar más allá del pitido final, si bien su futuro está muy ligado al mismo. Prefiere quedarse con que el equipo le transmite "una seguridad increíble" y con el apoyo de la afición. "Les pido que, pase lo que pase, estén con nosotros durante los 95 minutos".
Vuelve Vezo recuperado de unas molestias en la rodilla, mientras que siguen recuperándose Postigo, Miramón y Melero. Éste último ya entrena con el grupo, pero de momento se opta por no forzar al jugador. Blesa, después de haber jugado todo el partido ante el Huracán Melilla, descansará. En Osasuna se cae de la lista a última hora Kike García, tocado del bíceps femoral.
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