Las terroríficas cuentas del Levante UD 2020-21

17'4 millones de euros de déficit en el balance de pérdidas y ganancias. 23'2 antes de impuestos. Esos son los números, anunciados este lunes en relación al ejercicio 20-21, que el Levante UD presentará en la Junta General de Accionistas convocada para el próximo 22 de diciembre. Los peores de la era Quico Catalán y la primera vez que se notifican pérdidas desde su incorporación a la presidencia ejecutiva granota en 2010.

- Foto de la última Junta de Accionistas (Adolfo Benetó / Levante UD) -

Más allá de la ausencia del público en las gradas, la bajada de derechos televisivos y demás efectos negativos derivados de la pandemia, dicho impacto nace principalmente de haber ignorado durante los dos últimos veranos la necesidad de venta de futbolistas por parte del club, que la temporada pasada ascendía hasta los 16'5 millones de euros. Sin embargo, de manera inexplicable, en los mercados del curso 2019-20 únicamente se dio salida en forma de traspaso a Moses Simon. Llaman la atención, en este sentido, los 51'14 millones de coste de plantilla reflejados en las cuentas (10'5 más que en el anterior ejercicio) de los cuales 40'62 van destinados a los salarios de plantilla deportiva.

El patrimonio neto de la entidad granota se ha visto preocupantemente afectado, tras pasar de los 41'8 millones el año pasado a 11'8 millones. Una caída de 29'9 millones que se entiende, además de los recientes 23'2 millones en pérdidas, a raíz del balance del curso 2019-20, que se cerró en teoría con un beneficio de 77.530 euros a 30 de junio de 2020. Este ha necesitado ser reajustado en negativo, resultando en un déficit de 6'738 millones. 

Dicha cifra surge de 2'4 millones en pérdidas por cancelación de swaps, 185.000 euros por deudas del convenio, más de dos millones menos en ingresos por televisión de los aprobados en el balance anterior, 1'8 millones por otras deudas y 318.000 euros por sanciones. El valor contable de las acciones ha pasado, por tanto, de 334'94 euros por cada título a 94'85, fruto de dividir el nuevo patrimonio neto por el total de las 124.815 acciones.

De cara al siguiente ejercicio (2021-22), el Levante propondrá la aprobación de un presupuesto de casi 65'9 millones de euros que, de cumplirse, daría pie a un superávit de 89.000 euros, ligada a la venta de futbolistas por hipotético valor y costes de 10'4 millones de euros antes del próximo 30 de junio. La idea es reducir en torno a cuatro millones los gastos en salarios de los futbolistas (hasta los 36'98 millones).

Para ello, el club granota se aferra a la figura del préstamo de CVC, que supondrá unos ingresos totales de 69'9 millones de euros de los cuales el 35'5% (24'8 millones) llegará en diciembre e irá directamente a patrimonio neto. Los números, en cualquier caso, aterrorizan al levantinismo y representan una situación de alerta roja de cara al futuro económico más inmediato del decano valenciano.

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