Jorge De Frutos: El nuevo talento segoviano

La ciudad de Madrid ha sido cuna y fábrica de grandes futbolistas españoles a lo largo de las últimas décadas, tales como los internacionales Fernando Torres, Raúl González,... Actualmente, sin mucho menos hacerles sombra ni llegar a ese punto de semejanza, comienza a irrumpir un nuevo peón terminado de surgir desde la capital: Jorge De Frutos. Sin embargo, más allá de lo que pueda pensarse, es de Segovia.

- De Frutos celebra un gol (@Rayo Majadahonda) -
Para conocer la historia de De Frutos, cabe remontarnos a sus orígenes. Navares de Enmedio, un humilde pueblo segoviano de los de antaño, fueron las tierras que le vieron crecer. Pese a sus extensiones kilométricas de tierras, no llegan al centenar de habitantes, según los últimos datos oficiales recogidos. Y de ese pequeño número de segovianos, con la sencillez que le caracteriza pero que plasma con gran variedad y riqueza futbolística sobre el verde, encontramos al protagonista que nos atañe.

Tal es así que, pese a que comenzaba a decantarse por el balón, para poder jugar a fútbol tenía que hacerlo sobre el suelo de un frontón. Años más tarde, en campos castellano-leoneses, el CDP Sepúlveda y el CD Cantalejo sirvieron para que el adolescente De Frutos fuera iniciándose en este mundo. "Me acuerdo que no tenía ni botas y que no podíamos ir a Madrid. Se las tuvimos que pedir a una tía mía que nos las llevara a Navares porque sino no podía jugar el fin de semana", relataba en una entrevista hace unos años recordando sus inicios.

Y tras el Cantalejo, tocaría comenzar a hablar más seriamente del buen hacer del atacante. Por primera vez pisaba Madrid para enrolarse en las categorías inferiores del Rayo Majadahonda, en el auge del club. Un año fabuloso en etapa juvenil para acto seguido pasar al primer equipo y cosechar un ascenso histórico al derrocar al FC Cartagena. Hablamos de la temporada 2017/18, con la veintena recién cumplida, donde jugó prácticamente todo y anotaría hasta nueve goles, sin ser ni mucho menos un '9'.

El dilema se le presentaría ese mismo verano: ¿Debutar en el fútbol profesional y poder seguir siendo emblema del Rayo Majadahonda o aceptar la oferta que le trasladaba el Real Madrid? Después de mucho pensarlo, sacrificaba ese "sueño" de renunciar a la segunda división para vestirse de blanco y poder seguir creciendo en busca de futuras oportunidades. Nuevamente De Frutos demostró que la Segunda B se le quedaba pequeña y en esa saga de buenos futbolistas con los que coincidió como Cristo González, Luca Zidane o el propio Dani Gómez (con el que vuelve a coincidir ahora como granota), su aportación de siete tantos y cinco asistencias de gol no era suficiente para que el Real Madrid Castilla ascendiera esta vez.

Tocaba volver a pensar en el futuro. Por el bien de De Frutos y de la propia entidad madridista. Propuestas llegaron sobre la mesa y una de ellas fue del Real Valladolid de primera división, fruto de las buenas relaciones de Ronaldo Nazário con el Real Madrid. Todos aceptaron. Pero ese final de 2019 no iba a ser el más esperanzador. Hasta alcanzar la jornada nueve, en uno de los grandes escenarios como es San Mamés, no iba a debutar De Frutos en la máxima categoría como blanquivioleta (diez años más tarde desde que lo hiciera el anterior segoviano y en la misma entidad). Después prosiguieron dos partidos más. Y en enero se decidió volver a cambiar de aires, para enrolarse en otro equipo madrileño como el Rayo Vallecano, que podía ser garantía de éxito dado su perfil y las bajas de Embarba y Bebé.

- De Frutos en un entrenamiento (@Adolfo Benetó | Levante UD) -
Y así fue: contribuciones notables en su bajada de un peldaño a la categoría de plata, con 17 participaciones, dos dianas y una asistencia. Dada la situación convulsa propiciada por el COVID-19, este iba a ser un mercado de fichajes más diferente de los que ya conocíamos. Incorporaciones sin tanto brío ni desembolso, otros clubes con la necesidad de vender y otros con la apuesta de renovar su plantilla. En mitad de todo ello y pese hablarse del posible acuerdo con terceros que le habían ojeado, a cambio de 2,5 millones de euros por la mitad de sus derechos, De Frutos, el Real Madrid y el Levante UD alcanzaron un acuerdo para pasar a defender los colores azulgranas durante las próximas cinco temporadas, convirtiéndose en el tercer fichaje para la temporada 2020/21.

Si tuviéramos que hablar futbolísticamente de De Frutos, podríamos hacerlo definiéndole como un jugador muy completo y polivalente. No es el clásico diestro que se remite a una única posición. Si hay que partir de su posición natural desde la banda derecha, se hace. Si hay que hacerlo a pierna cambiada, por detrás de la referencia ofensiva o hasta de delantero centro, también. No hay problema para ello. Dentro del abanico de posibilidades que ofrecen actualmente las variantes tácticas de Paco López, un punto muy a su favor.

Por bandera, otra de las virtudes que habla bien de él: la constancia. Es tenaz y muy sacrificado en sus labores y, pese a su mirada habitual en portería contraria, destaca por ser trabajador y habitual con los apoyos defensivos, conocedor de que hoy en día en el fútbol se premia a ese profesional más completo. Junto a su velocidad y desborde, no duda en encarar a la defensa y guardameta rival cuando se presente la ocasión, especialmente destacando contra rivales que apuestan por una primera línea más estática. Así lo corroboran sus actuaciones en los estadios y también los números, como se citaban antes, junto a una finalización bastante acertada. 

Aún con progresión y margen de mejora, se antoja necesario terminar de curtirse para conseguir esa experiencia y sobre todo fortaleza en ciertos aspectos físicos durante los noventa minutos de juego, además de elegir una mejor toma de decisiones pensando en el conjunto en determinados momentos. Es Jorge De Frutos, el nuevo talento segoviano al servicio del Levante.


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