Hay fichajes que caen de pie, y otros que requieren de más tiempo para poder adaptarse. Sin embargo, ciertos futbolistas nunca consiguen justificar el por qué de su llegada y terminan minando todas las expectativas que estaban puestas sobre ellos. Mauricio Cuero es uno de ellos.
- Cuero en un partido con el Levante (@Jorge Ramírez / Levante UD) - |
Nacido en Tumaco, Colombia, tuvo sus inicios como profesional en La Equidad allá por el 2011. Tras tres temporadas en el club, recaló en el FC Vaslui rumano para medio año después firmar por el Olimpo de la Primera División de Argentina, sin brillar ni en uno ni en otro. No fue hasta 2015 cuando, recién fichado por Banfield, comenzaría a sonar como el extremo rápido y prometedor al que Manolo Salvador imaginaba como la guinda que faltaba en ataque.
Siete goles y cinco asistencias en los 33 partidos que disputó aquel curso terminaron por convencer a la directiva. Así es como Cuero, a sus 22 años, su unía un 10 de noviembre de 2015 a las filas del decano valenciano de cara al mercado invernal. 3'2 millones de euros lo convirtieron en la compra más cara nunca hecha por el Levante UD hasta hace bien poquito, pues solo Moses Simon, Dwamena y Vukcevic (in that order) se sitúan por encima. Era normal que la expectación fuese enorme y se pensase que podría tirar del carro para sacar al equipo del descenso, pues recordemos que la cosa estaba fea.
Al término de la primera vuelta, colistas, entre los menos goleadores y con una de las defensas menos efectivas de la competición. Cuero no ofreció remedio a ninguno de esos problemas y el final de la historia ya es sabido por todos. Ni verticalidad, ni descaro, ni polivalencia... nada de nada. Rápido sí era, porque el tío corría, pero poco más podías pedirle. Y para colmo se le solía ver fatigado incluso cuando salía desde el banquillo.
Nadie le pone la etiqueta de "mal futbolista" porque no lo es. Simplemente, la mejor Liga del mundo le vino grande y, en 13 encuentros con la camiseta granota (solo cinco como titular), dejó a cero su cuenta goleadora. Con el descenso a Segunda División tocaba hacer limpieza y el bueno de Mauricio, sorprendentemente, salió por una cifra cercana a los tres millones que permitía recuperar casi la totalidad de la inversión.
Desde entonces, ha probado fortuna en diversos clubes sin encontrar continuidad y parece que todavía anda lejos de su mejor nivel. Con el Santos Laguna (equipo que lo trajo de nuevo al continente americano) anotó 2 goles en 26 partidos, y aunque sí gozó de numerosas oportunidades tanto en la Apertura como en la Clausura de la Copa México, vio la mayor parte del campeonato liguero desde la banqueta e incluso se pasó varios meses sin pisar el césped.
Para el olvido queda su posterior etapa cedido en Tijuana, pues llegó a "los Xolos" en verano de 2017 y disputó la friolera de dos partidos hasta que dejó de ser convocado. Ese mismo invierno, Club Olimpia (Paraguay) le abrió las puertas de la titularidad y aunque inició su andadura con buen pie, sumando 2 goles y 2 asistencias en sus primeras apariciones, y conquistó el título de Liga, no contaba con la confianza del entrenador.
Cada vez había más dudas con respecto a su fútbol y Santos Laguna (todavía poseedor de sus derechos) no sabía ya por dónde darle salida. Apareció Belgrano para cerrar en 2018 una nueva cesión e intentar rescatar al prometedor extremo que en su día enamoró al país argentino, y si habéis leído hasta aquí intuiréis que tampoco terminó de cuajar. Pero no está todo perdido. Ya con 27 años, Cuero parece dispuesto a alejar el dichoso tormento en el que ha vivido inmerso desde su llegada al Levante y, a día de hoy, da signos de mejoría en Atlas de Guadalajara.
Y eso que no arrancó su más reciente desafío con buen pie. Nada más llegar, puso sobre la mesa una serie de exigencias (casa, coches, chófer y demás lujos) que no gustaron ni un pelo en el cuadro rojinegro. Se plantearon, de hecho, traspasarlo esa misma ventana de traspasos sin disputar ni un solo minuto. Por suerte para él, aprovechó las oportunidades que acabó recibiendo y ya suma 3 goles y 4 asistencias en 21 partidos. Tal vez podamos hablar de un punto de inflexión en una carrera futbolística que iba cuesta abajo y sin frenos. El tiempo dirá.
Siete goles y cinco asistencias en los 33 partidos que disputó aquel curso terminaron por convencer a la directiva. Así es como Cuero, a sus 22 años, su unía un 10 de noviembre de 2015 a las filas del decano valenciano de cara al mercado invernal. 3'2 millones de euros lo convirtieron en la compra más cara nunca hecha por el Levante UD hasta hace bien poquito, pues solo Moses Simon, Dwamena y Vukcevic (in that order) se sitúan por encima. Era normal que la expectación fuese enorme y se pensase que podría tirar del carro para sacar al equipo del descenso, pues recordemos que la cosa estaba fea.
Al término de la primera vuelta, colistas, entre los menos goleadores y con una de las defensas menos efectivas de la competición. Cuero no ofreció remedio a ninguno de esos problemas y el final de la historia ya es sabido por todos. Ni verticalidad, ni descaro, ni polivalencia... nada de nada. Rápido sí era, porque el tío corría, pero poco más podías pedirle. Y para colmo se le solía ver fatigado incluso cuando salía desde el banquillo.
Nadie le pone la etiqueta de "mal futbolista" porque no lo es. Simplemente, la mejor Liga del mundo le vino grande y, en 13 encuentros con la camiseta granota (solo cinco como titular), dejó a cero su cuenta goleadora. Con el descenso a Segunda División tocaba hacer limpieza y el bueno de Mauricio, sorprendentemente, salió por una cifra cercana a los tres millones que permitía recuperar casi la totalidad de la inversión.
- Cuero terminó recalando en el fútbol paraguayo (Antena 2) - |
Para el olvido queda su posterior etapa cedido en Tijuana, pues llegó a "los Xolos" en verano de 2017 y disputó la friolera de dos partidos hasta que dejó de ser convocado. Ese mismo invierno, Club Olimpia (Paraguay) le abrió las puertas de la titularidad y aunque inició su andadura con buen pie, sumando 2 goles y 2 asistencias en sus primeras apariciones, y conquistó el título de Liga, no contaba con la confianza del entrenador.
Cada vez había más dudas con respecto a su fútbol y Santos Laguna (todavía poseedor de sus derechos) no sabía ya por dónde darle salida. Apareció Belgrano para cerrar en 2018 una nueva cesión e intentar rescatar al prometedor extremo que en su día enamoró al país argentino, y si habéis leído hasta aquí intuiréis que tampoco terminó de cuajar. Pero no está todo perdido. Ya con 27 años, Cuero parece dispuesto a alejar el dichoso tormento en el que ha vivido inmerso desde su llegada al Levante y, a día de hoy, da signos de mejoría en Atlas de Guadalajara.
Y eso que no arrancó su más reciente desafío con buen pie. Nada más llegar, puso sobre la mesa una serie de exigencias (casa, coches, chófer y demás lujos) que no gustaron ni un pelo en el cuadro rojinegro. Se plantearon, de hecho, traspasarlo esa misma ventana de traspasos sin disputar ni un solo minuto. Por suerte para él, aprovechó las oportunidades que acabó recibiendo y ya suma 3 goles y 4 asistencias en 21 partidos. Tal vez podamos hablar de un punto de inflexión en una carrera futbolística que iba cuesta abajo y sin frenos. El tiempo dirá.
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