3 de febrero. En el Ciutat de Valencia se presentaba a la única cara nueva del mercado invernal: Bruno González. Granota por media temporada y procedente del Getafe CF, con el 18 a la espalda posaba con seriedad pero con la felicidad y compromiso de afrontar este nueva andadura en el Levante UD.
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| -Bruno González (@Álvaro Haro | Mundo Levante UD)- |
Con la protocolaria bienvenida de Quico Catalán y admitiendo que "fueron 36 horas trepidantes donde todos pusieron de su parte para conseguir el "sí" de Bruno" arrancaba el acto. Un fichaje al que acogen con ilusión, conocedor de la Liga y reuniendo el futbolista dichas características. Tampoco una opción de las últimas horas, sino elección del área deportiva. "Coincidió la posibilidad de que también tratamos la operación de Cabaco con el Getafe. Si se ha elegido a Bruno es porque cumple con las expectativas. Y nosotros encantados".
Antes de nada, Bruno comenzaba agradeciendo la presencia de todos los presentes. "Firmo por media temporada. Soy un profesional y mi cabeza está aquí. No tengo la cabeza en ningún otro sitio", relataba. Si existía alguna duda sobre un posible preacuerdo futuro con otro club más exótico, declaraba que "a mí no me hacía falta jugar ningún partido para irme a otra Liga". El futbolista, admitiendo sus virtudes y que tiene otros muchos defectos, quería "demostrar que valgo y que merezco seguir aquí. Al acabar la temporada, una vez conseguido el objetivo, ya se verá qué sucede".
Pese a esa seriedad, Bruno se mostraba como un futbolista cercano y muy claro con sus declaraciones, habiendo también tiempo para la broma: "Estoy con mucha ilusión aunque ustedes me vean serios, porque así soy. Ya me verán en el campo que se me da mejor que hablar delante de los micrófonos" comentaba. También contó la anécdota de tener que anular su clase de inglés del 31 de enero al estar en continuas llamadas mientras se negociaba su posible vinculación como levantinista.
Al firmar únicamente por media temporada, el central tinerfeño hablaba sin tapujos: "Primero fue por mi parte y luego por parte del club. Si no me conocieran, no me hubieran firmado por estas condiciones". Además decía conocer el campo, con una afición que aprieta y que le gusta y con el interés mostrado como arma principal para venir aquí. También, al poder seguir los pasos de otros como Coke, Róber Pier,... que en principio venían por poco tiempo y se quedaron, transmitía que "esto es un piropo para el club y habla muy bien de él".
Además hereda un dorsal histórico como el que ya defendió Ballesteros. "No sabía ese dato. Cuando yo era un niño, él estaba en el Tenerife y comenzó a destacar. Algún amigo decía que me parecía a él. Quedaba poco tiempo y era de los pocos dorsales que quedaban libre, asumiéndolo con responsabilidad, rompiéndonos la cara y a darlo todo" comunicaba a modo de anécdota.
Futbolísticamente no le gustaba definirse, porque no creía que lo hiciera bien. "Fortaleza, consistencia, experiencia y agresividad en el sentido deportivo con contacto físico. Por estilo de juego es totalmente distinto de donde vengo" esos eran sus calificativos. Ahora, con el debido respeto a sus compañeros y entrenador, sabía que había muy buenos jugadores y tenía que trabajar para ganarse los minutos.
David Navarro fue uno de los hombres que más influyó en las negociaciones para su fichaje, por el que ya tiempo atrás contactaron y reactivándose en el momento final. También el exgranota Ángel Rodríguez, su mejor amigo en Getafe, le habló muy bien del Levante y recomendó fichar. Aclarando el porqué nunca había estado muchos años en ningún club, Bruno declaró que "el tiempo que estuve es porque me querían". Finalmente, en vistas al futuro deportivo, comentó que "el primer objetivo es ganar el sábado porque es vital, sin que resulte un tópico. Los equipos deben de marcharse incómodos al jugar aquí".
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