Auténticas máquinas de matar. Los delanteros del Levante han afinado su olfato goleador en los últimos partidos y quieren saborear la carne de sus rivales. Esta noche, en el último test de pretemporada, un arranque demoledor del segundo tiempo sirvió para remontar y vencer en Mallorca.
-Campeones del Ciutat de Palma (@Adolfo Benetó / Levante UD)- |
Con mucho pelotero sobre el campo, el Levante pasó a disponer de sus primeras aproximaciones. De una pared entre Mayoral y Bardhi y no acertar en la intercepción el zaguero del Mallorca, dicha jugada era resuelta con un testarazo del macedonio que pasó muy cerca de la cruceta. Acto seguido, Hernâni y Rochina también se animó con un par de disparos desde la frontal del área sin mayores consecuencias.
Las intentonas bermellonas continuaron y un muy activo Budimir probaba fortuna. Además, un doble remate contra el larguero de Aitor Fernández evitó que el dos a cero a subiera al marcador. Tras el cooling break, el partido se tranquilizó en cierta medida. De hecho, poco o nada hubo que destacar defensivamente del Levante y tan solo otra acción de Budimir tras bailar entre dos defensas y finalizando jugada fue lo reseñable para los del Iberostar Estadi.
Puesto el balón en juego tras la reanudación, el Levante encontró el empate. Apenas cinco minutos habían transcurrido y, después de un bote neutral, Bardhi vio el desmarque de Sergio León que frente a Manolo Reina resolvió con gran acierto al palo diestro defendido por el cancerbero. Segundos después, el propio delantero perdonaba la remontada con una volea. Una irrupción inmejorable del delantero andaluz, quien no había formado de inicio.
Muy enchufado había regresado el Levante en esta segunda parte, favoreciéndole también las sustituciones para su estilo de juego. Precisamente, gracias a otra de las novedades, nacería el tanto que ponía por delante a los granotas. Toño cazó el balón, con valentía inició una jugada individual por banda izquierda, se sacó un caño ante su defensor y colgó un preciso centro para que Borja Mayoral con la testa rematara la faena.
Con este arranque lleno de soltura y la confianza de haber volteado el signo del partido en apenas once minutos, los de Paco López siguieron mostrándose muy cómodos. Aitor Fernández apenas había vuelto a intervenir y, cuando lo hizo, siempre mostrando plena seguridad. De esta forma, fueron agotándose rápidamente los minutos de este segundo periodo definitivo, con ambos conjuntos moviendo sus fichas y apenas un par de chuts sin mayor peligro de Pedraza y Roger.
De esta forma, las buenas sensaciones del Levante también se reflejaron con una victoria y conseguir así el trofeo Ciudad de Palma que mejorará ligeramente el estado anímico de cara al estreno liguero en Mendizarroza.
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