El día después de Mendizarroza

Del debut liguero en tierras vitorianas pocas conclusiones positivas pueden sacarse, al menos desde el factor resultadista. El Levante fue injustamente castigado, acariciando y mereciendo al menos el empate, se mostró defensivamente más serio, supo leer los diferentes momentos del encuentro,... pero se le puede y debe exigir más a este equipo y no irse con esa sensación de complacencia de que todo fue tan ideal, como reflejaban Paco López y Postigo minutos después en zona mixta.

-Bardhi contra el Alavés (@Adolfo Benetó / Levante UD)-
Y es que de nuevo hicieron acto de presencia varios de los déficits del pasado. Por una parte, la facilidad para encajar gol. En cuanto se presentó una acción a balón parado para el Alavés, pocas dificultades tuvieron para anotar. Joselu con un acertado desmarque y poca oposición cabeceaba dentro y, por si hubiera dudas de que pudiera haber rebasado la línea, Maripán también lo hacía otra vez. El gol no fue concedido al central, rompiendo así con la estadística de los anteriores dos precedentes, pero sí al delantero que batió en el primer palo a un Aitor Fernández que probablemente pudo hacer más por evitarlo.

Paco López apostó por un novedoso sistema en partido oficial, que no con el Levante. Durante la pretemporada, en algún momento había dado bola a un 4-4-2 a modo rombo. Con más seguridad atrás, pero con menos profundidad en la zona final y sin el factor desborde por banda, salvo por la subida de los laterales. Si lo cierto es que Vukcevic mantuvo las composturas y Bardhi cayendo a la izquierda fue de lo más destacado gracias a su calidad y admirable adaptación a las necesidades, Campaña no tuvo el día más preciso con los pases y Melero demostró no estar en las exigencias físicas que se requieren. 

Por este último llegaron las modificaciones tácticas, además de sacrificar al montenegrino para mostrar más pegada ofensiva. Y vaya si el Levante fue otro. Si bien es cierto que Morales aún algo renqueante fue un sin sentido incrustarlo como mediapunta, la presencia de Rochina dio más soltura y alas a los granotas que obligó al Alavés a encerrarse en su área, incluso llevando a Asier Garitano a incluir un quinto defensa en el campo.

De ocasiones se dispuso para marcar e incluso para ganar. Un testarazo de Campaña, una vaselina lejana de Sergio León, la acción individual de Bardhi agonizando la primera parte, el córner con la más clara para Vezo y el rechace para Roger,... La diferencia estuvo precisamente bajo palos. Los porteros a veces también ganan partidos y mientras el Alavés cuenta con un Pacheco que marca diferencias, además de una defensa consolidada que poco concede, en el Levante no es así desde el retorno a primera división.

Para finalizar con este día después de Mendizarroza, se vio además una novedosa pareja en la dupla atacante. Si la pasada temporada quedó demostrado que la comunicación y química entre Mayoral y Roger era escasa y repelente (aunque coincidieran ayer en los minutos finales), la llegada de Sergio León es sin duda un plus en este sentido. El de Parla y el sevillano (este más acertado que su compañero) demostraron que puede ser una pareja interesante con el tiempo. Y si no es así, siempre quedará la alternativa de acoplar a León con "el pistolero" o retomar esa opción de un único delantero con extremos que tan de provecho fue en las jornadas finales de la pasada Liga.


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