Acabó definitivamente el mercado invernal de fichajes. Con los jugadores que hay, los que llegaron y sin los que se marcharon, el Levante tiene como deber salvar la categoría. Ha sido un mes de enero de pocas sorpresas, con contratiempos importantes en forma de lesiones o negociaciones fallidas y donde tan solo en el último suspiro cubrieron las necesidades que había en la plantilla.
Ha quedado una ficha libre por completar, pero jugadores como Shaq o el guardameta Koke que regresó tras cesión al Alcoyano estarán habitualmente a las órdenes de Muñiz. En el apartado de salidas, cabe destacar el adiós de cuatro jugadores.
-Foto: Fichajes enero Levante UD- |
El turco Enes Ünal fue recuperado por el Villarreal, tras un préstamo por dos meses económicamente muy alto y con un único gol anotado. Langerak, el meta australiano, hizo las maletas rumbo a Japón para poder disponer de minutos y asegurarse plaza en el Mundial 2018. El destino es muy caprichoso, ya que de haber esperado más tiempo, con la lesión de Raúl Fernández, hubiera tenido más opciones y la dirección deportiva se hubiera ahorrado la contratación de otro arquero. Finalemente, también salieron de Orriols para no volver Nano Mesa y Samu García, el primero tras anularse su cesión y firmar por el Sporting de Gijón y el segundo regresando a su querida Málaga que en caso de permanencia tendría que pagar traspaso.
No han sido las únicas bajas oficiales las de los cuatro citados anteriormente. Definitivamente y a lo largo de estos meses, debido a lesiones de larga duración y operaciones, a tres futbolistas se les ha dado la baja federativa para poder liberar fichas. Estos han sido Iván López, Álex Alegría y Raúl Fernández.
Cambiando de bando, siete han sido las altas en el Levante, si incluimos a un Koke que seguirá sin dorsal en el primer equipo. El primero en llegar fue Coke, muy querido en el sevillismo y que fue su capitán, que hasta la fecha permanecía en el Schalke 04 con escasa presencia tras una pasada lesión de ligamentos y que ahora pretende volver a ser ese notable lateral. Iborra lo avaló y ya ha disputado unas jornadas de Liga que le han dado la titularidad.
El siguiente en venir fue el hombre que cambió todo, Fahad Al-Muwallad, al menos centrando los focos y generando inmensidad de debates y malestar en el levantinismo por cómo se produjo la operación. Por delante, tendrá cinco meses para demostrar sus habilidades deportivas y si las críticas han sido desmesuradas.
En el tramo final ya llegaría el joven Iván Villar, desde el Celta de Vigo, para asegurar a Oier un recambio con el que poder disputar el puesto hasta el final de temporada. Y en el último día, la artillería pesada. Se firmaron do delanteros. Sadiku, una apuesta personal la del internacional albanés, y Pazzini, el veterano italiano goleador en múltiples equipos de la Serie A. También se acordó la contratación del valenciano Rochina, para dorar de más pólvora el frente ofensivo del Levante. Un perfil de los que más ha gustado y que tras su paso por el Rubin Kazan vuelve a casa para quedarse por varios años.
Estas han sido las operaciones llevadas a cabo por Tito al frente de la dirección deportiva, Carmelo del Pozo como asistente y Quico Catalán como presidente de la entidad. 17 jornadas restantes y fuera de puestos de descenso con el arranque de febrero, pero sin margen restante. Son nuetros jugadores, Muñiz el entrenador y ahora tienen que recuperar el crédito sobre el terreno de juego. Confiamos en vosotros.
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