El sábado fue mi segundo derbi. Había vivido aquella victoria de hace dos temporadas contra el Valencia, con gol de Rossi. La verdad que aquel ambiente tan mágico me sorprendió y tenía ganas de volver a experimentarlo. Estuve toda la semana restando las horas que quedaban para un partido que no es como los demás.
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| -Ambiente de derbi (@Jorge Ramírez / Levante UD)- |
A primeras horas de la mañana, ya estaba por los entornos del Ciutat de Valencia. No aguantaba más en mi cama y mucho menos en mi casa. Así que aproveché para acudir con mis amigos Natalia y Rubén para tomar un buen almuerzo. Y de ahí al recibimiento al autobús del equipo, para luego seguir animando desde las gradas del estadio.
Quedaban aún diez minutos para el comienzo y el aspecto del estadio era asombrante. Casi no cabía un alma y al salir los jugadores fue precioso ver como miles de banderitas azulgranas y señeras valencianas ondeaban desde todas las zonas. El partido siguió el guión previsto de tanta igualdad y aunque lamentablemente no concluyó con tres puntos para el Levante, fue también como una victoria.
Una lección de deportividad y convivencia entre las aficiones, más allá de las inevitables y pocas faltas de respeto en los cánticos. Una contestación para todos aquellos que se encargan de menospreciar al levantinismo con afirmaciones tales como "Sois cuatro gatos", "¿Cúantos sois del Barcelona y Real Madrid?",... 23.084 espectadores presentes. Algunos más que los actuales socios y cifra algo superior a una media de asistencia que esta temporada ronda las veinte mil almas.
Permitirme perder unos segundos de tiempo y decirles a los citados que esa excusa o intento de hacer daño ya no les vale para nada. #ContigoSeguimosCreciendo reza el lema de la campaña de abonos. ¡Vaya sí hemos crecido! Algo ha cambiado. En lo único que tienen razón es en una cosa. Somos gatos, pero no cuatro sino veintiún mil, bien agarrados en lo mas alto de la palmera para permanecer muchos más años en primera división.
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