El pasado verano 2016 se postulaba como complicado y de mucho trabajo. Un ciclo nuevo comenzaba en la dirección deportiva, asumiendo Tito el cargo de director deportivo. Su elegido para ocupar el puesto de entrenador sería Juan Ramón López Muñiz. Y dio con la clave.
-Tito, Muñiz y Quico Catalán (Foto: @J.Ramírez / Levante UD)- |
Tal día como hoy hace justo un año, el técnico asturiano era presentado con el Levante. "Todo entrenador se ve capacitado, pero hay que demostrarlo. Eso es lo complicado" declaraba en dicho momento cuando se le mencionaba el ascenso. ¡Y vaya si lo ha demostrado!
Unidos de la mano, Muñiz y Tito han formado un tándem perfecto. Y Carmelo Del Pozo como secretario técnico a la sombra de estos, pero bien presente. Con las bases fijadas desde los principios y el sentido común como bandera. Con la brújula enfocada hacia el Norte cuando en las últimas temporadas el rumbo parecía perdido. Sin gastos extras ni desmesurados para formar una plantilla competitiva, con dos jugadores por puesto, sabiendo que quien firmaba por el Levante era porque creía y apostaba firmemente en él.
Quico Catalán, como máximo mandatario, ha sabido interpretar su función en este apartado y dejar trabajar a los verdaderos protagonistas. Al margen, pero siempre pendiente y sin descuidar cualquier contratiempo o novedad que pudiera interponerse en estos meses de una nueva etapa.
Con la renovación de Muñiz hasta 2019 pendiente de oficializarse, no hace falta dar muchos argumentos nada más que el primer puesto, los 84 puntos y la superioridad en el juego contra la mayoría de sus rivales para comprobar que se ha dado con la fórmula del éxito y que se cuenta con la aprobación de una afición que no se bajó del barco tras el duro revés del descenso.
Ahora se reemprende un nuevo paso por Primera División, con el deseo de mantenerse muchos años y el objetivo de ser algo más ambiciosos. Para ello, se contará con los mayores ingresos económicos que se recuerde, principalmente por derechos televisivos. Sin escatimar en recursos pero no cayendo en la tentación de pecar con metas inalcanzables. Por ellos, por Tito y Muñiz, pasa gran parte de la responsabilidad de seguir creciendo juntos.
Comentarios
Publicar un comentario