Pocos hubieran imaginado al Villarreal CF liderando la tabla clasificatoria con seis jornadas disputadas. Tal vez, no por la falta de confianza en los pupilos de Marcelino, sino por el enorme potencial económico y deportivo de aquellos equipos acostumbrados a comandar la categoría y ganarlo todo. Es por ello que sobresale, más si cabe, la condición de líder que el Submarino estrena esta semana y que le hará presentarse con unos ineludibles galones en su visita a Valencia del próximo domingo, con compromiso europeo de por medio.
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Sin embargo, siempre aprovechando las mejores oportunidades y apostando por el potencial de algunos futbolistas otrora defenestrados y devaluados y por algunos de los talentos jóvenes más jugosos del mercado contemporáneo, el equipo se ha rearmado de una manera sencillamente espectacular.
Cheryshev, Campbell, Gio dos Santos, Uche, Gerard Moreno y, especialmente, Luciano Vietto, han dejado unos huecos que se antojaban como difíciles de reemplazar. Sin embargo, la apuesta de reinversión (los cuarenta millones ingresados en ventas han sido empleados en la reestructuración de la plantilla) parece estar dando ya sus frutos. Soldado y Bakambu se presentan como dos auténticos depredadores que, además, son complementados con el mayor talento y la pausa de Adrián y Leo Baptistao en esa punta de lanza.
Por si esto fuera poco, El Madrigal disfrutará también esta temporada del desparpajo y el talento de dos de los futbolistas jóvenes más prometedores de toda España. Los "Samus", García y Castillejo, ya están dejando muestra de su potencial y entrando asiduamente en los esquemas del técnico. Si a ellos les sumas a Denis Suárez y los ya presentes Jonathan Dos Santos, Trigueros, Soriano o Pina completas una medular de sobradas garantías.
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Y si sensible es la baja de Mussachio, no menos lo es la de Sergio Asenjo. Su grave lesión, sumada a la marcha de Juan Carlos, obligaron al Villarreal a mover ficha. La llegada de Alphonse Aréola ha sorprendido a propios y extraños por su espectacular rendimiento y su juventud. Todo apunta que se convertirá en el portero de futuro del PSG, club del que procede cedido. Además, Barbosa, tras un paso inédito por Sevilla, también tratará de pelear por un puesto que, de partida, parece tener perdido.
Intensidad y fuerza, sin renunciar al talento, convierten, en definitiva, a este Villarreal en un equipo temible y poderoso que, si es capaz de mantener la línea y no ahogarse en el mar de las alturas, puede aspirar a cosas realmente importantes este año.
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