En una plácida tarde dominical, con el sol brillando desde lo más alto, el Levante UD B dijo adiós a muchas de las opciones de alcanzar el puesto de promoción de descenso que le permitiría, a doble partido, quemar todos los cartuchos posibles para mantener un puesto en la categoría de bronce. El tanto de Álex mediado el segundo acto dilapidó gran parte de las esperanzas de un equipo que ha vivido al filo de lo imposible durante todo el curso y que deberá sumar los seis puntos que todavía hay en juego y esperar el fallo de sus rivales.
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| -Fotografía: Diario de Tarragona- |
El resultado final no es, en absoluto, reflejo de lo observado durante los noventa minutos en el césped. El conjunto dirigido por José Gómez fue notablemente superior durante la primera mitad, dominando en todo momento el control del esférico y disponiendo de numerosas ocasiones para adelantarse en el marcador. Especialmente activo estuvo el ex-delantero del Burriana, Rubén Fonte, quien pudo poner el encuentro en franquía hasta en tres oportunidades.
El cansancio fue, poco a poco, haciendo mella en los levantinistas. Por su parte, los catalanes se mostraban cada vez más incisivos después de dos terceras partes de encuentro bastante pobres y discretas. Y así, en una acción aisalda, Álex Colorado adelantó a los suyos, subiendo el uno a cero a un tanteador que jamás volvería a moverse.
Pese a la insistencia, con el estreno de Calderón incluido y la entrada del delantero juvenil Matías Aquino, el combinado azulgrana no encontró premio a su trabajo e insistencia y se volvió a casa con las manos vacías y un pie en Tercera División. También lo hicieron los aficionados del Levante desplazados a tierras tarraconenses, a quienes todos los futbolistas mostraron su agradecimiento una vez finalizado el encuentro. Sin embargo, mientras hay vida hay esperanza, y todos y cada uno de nosotros seguiremos creyendo hasta el final. Sí se puede.
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