Olga García: Mucho más que goles

-Fotografía: Castillo de Dosrius (ruinas)-
Barcelona solo hay una. Su riqueza cultural y artística se traza en cada rincón con belleza y finura. Preciosos parques, cálidas playas e interminables montañas contrastan con una urbe plenamente desarrollada y contemporánea. Un conjunto capaz de sumir a sus visitantes y habitantes en un continuo cautiverio del que pocos se sienten incapaces de enamorarse.

Si uno toma desde el centro condal la carretera en dirección a Girona, en apenas tres cuartos de hora se topará con un pequeño municipio de nombre curioso y extensa historia que centra su emblemático castillo, uno de los más antiguos de toda Cataluña y tan tradicional de las defensas estratégicas en ciudades mediterráneas. Una vista preciosa de todo el valle nos invitaría a investigar e indagar en el bagaje patrimonial de cada esquina de Dosrius, de cada peldaño de los cuarenta kilómetros cuadrados que encierra su superficie territorial.

-Fotografía: Dosrius-
Joan de Canyamars es uno de los primeros nombres que se vinculan a la historia del municipio. El campensino, acusado de perturbación mental, atentó en 1492 contra Fernando II de Aragón. Su intento de asesinato se saldó con la ejecución del agricultor, descontento con la situación social de la época. Pero sin duda, uno de los estandartes de la localidad fue el escritor y revolucionario Esteve Albert i Corp. Luchador incansable y promotor de la independencia, colaboró en la resistencia de Lluís Companys durante la Guerra Civil y publicó uno de los ensayos de más calado en la historia literaria de la comunidad: Destí y missió de Catalunya i Occitània. Fue condecorado, además, con la Creu de Sant Jordi de la Generalitat cinco años antes de su fallecimiento en 1995.

-Fotografía: Esteve Albert-
El 1 de junio de 1992, la historia de Dosrius desempolvó sus páginas de oro para, con pluma y tinta en mano, comenzar a trazar el brillante camino de una joven de sonrisa interminable. Olga García es, a día de hoy, una de las mejores jugadoras de fútbol femenino y, con tan solo veintiún años, ya ha sido capaz de acumular en su mochila un bagaje en forma de experiencia y éxitos que solamente puede calificarse como sobresaliente.

Tras flitrear con el mundo del motociclismo gracias a la pasión de su padre por el motor y las dos ruedas, y después de comprobar que quizá se trataba de algo demasiado peligroso tal y como ella misma confesó en la entrevista que nos concedió hace apenas dos meses, decidieron formalizar su llegada a un club de fútbol. Con tan solo nueve años, Olga pasó a formar parte de las filas de La Penya Blanc i Blava La Roca, una humilde entidad barcelonesa afincada en La Roca del Vallès. Cuenta actualmente con un total de siete equipos femeninos, siempre basándose en la filosofía de convertir en deporte en un objeto de unión y nexo entre la gente del pueblo y buscando extraer de él los valores que le convierten en algo realmente valioso y necesario.

-Fotografía: Olga como jugadora del Barcelona/ Blaugranas-
Un año formando parte de La Roca y dos más en el Mataró sirvieron para que los ojeadores del FC Barcelona Femenino pusieran sus miras sobre la goleadora. En el verano de 2004 aterrizó en Can Barça para disfrutar de nueve años maravillosos y repletos de éxitos. Una formación personal y deportiva, un crecimiento progresivo y un carrusel de elogios y goles que la convirtieron en toda una referencia. Fue la máxima goleadora del filial en la temporada 2009/2010 y, un año más tarde y ya formando parte de la primera plantilla, también fue la artillera del equipo con un total de veinticinco tantos. Sus dos últimos años en Barcelona sustentaron unos números escandalosos que llevaron a sus vitrinas dos Ligas, dos Copas de la Reina y tres Copas de Catalunya, además de convertirla en internacional española en todas las categorías, incluyendo la absoluta, con la que fue convocada en diferentes ocasiones la pasada temporada. 

-Fotografía: Olga frente al Barcelona/ Patri Asencio-
Sin embargo, los límites de Olga van mucho más allá. El plano personal, táctico y de madurez deportiva parecía no evolucionar por el camino más adecuado. Aprender es una palabra que está marcada en rojo en el diccionario de la vida de nuestra jugadora, y nadie mejor que Antonio Contreras para darle el significado perfecto a un vocablo tan controvertido. Su exigencia, su apoyo y su cercanía son un punto fundamental, el bastión sobre el que se sustenta su proyecto. La familiaridad del club, la afición y el cariño desde todos sus sectores han embriagado a nuestra maniática favorita.

Una jugadora alta, de envergadura, que habitualmente ha ocupado la punta del ataque. Sin embargo, esta temporada parece que su protagonismo y su chispa aparece con frecuencia desde el perfil izquierdo de la vertiente ofensiva. Hablamos de todo un portento técnico, con una clase sublime y una capacidad envidiable para superar rivales con extrema habilidad. Con carácter y las garras siempre afiladas, Olga posee además un excelente y potente golpeo lejano que dota de numerosos y variados recursos a las acciones de ataque de su equipo. Su acierto de cara a gol no está siendo máximo (dos goles en lo que va de curso), pero su influencia y entusiasmo son tanto o más valiosos en cada instante. 

Ya eres una más de la familia, una valenciana dosriuenca.. Y esperemos que por mucho tiempo.


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