El estreno liguero en el Ciutat de València ha deparado un atractivo enfrentamiento entre Levante y Sevilla, actual equipo de uno de los estandartes azulgranas, Vicente Iborra. El cuadro hispalense sufrió en su primer envite de la temporada un severo correctivo ante el Atlético de Madrid, siendo derrotado por un gol a tres en noventa minutos de fútbol ofensivo y plagados de intensidad y espectáculo para el aficionado.
En esa dirección apunta el nuevo proyecto de la entidad nervionense para el próximo curso. Confiando el timón de la nave a un entrenador que apuesta por el fútbol de altos quilates como Unai Emery, desde la secretaría técnica, encabezada por Monchi, han confeccionado un bloque sólido, compensado, joven y que derrocha calidad por los cuatro costados.
Renovación profunda.
Hasta once caras nuevas presenta de cara a la nueva campaña el proyecto sevillista. Refuerzos de nivel en todas y cada una de las líneas y una clara apuesta por la juventud y el talento. Las salidas de Navas y Negredo rumbo a Manchester han servido para paliar la crisis económica que invadía paso a paso y de manera inexhorable las arcas del club y, de paso, ofrecer a los técnicos la posibilidad de engendrar un nuevo sueño como ya hicieran una década atrás.
Un banquillo con variables.

La fórmula del dos por uno.
Cuando algún equipo de menor calado que los dos transatlánticos que navegan en cabeza de nuestro campeonato pierde a su estandarte o a un hombre de peso por una cantidad de dinero desorbitada, la inversión suele venir acompañada de dos nuevos nombres que, con un desembolso más razonable, sean capaz de en conjunto ofrecer esas variantes. Vitolo y Marin paliarán la marcha de Jesús Navas, mientras que Bacca y Gameiro tratarán de hacer olvidar los registros de Álvaro Negredo.
Un estilo indiscutible.
Bajo la batuta de Unai, el Sevilla buscará en todo momento un estilo alegre de juego, con un dominio de la posesión absoluto y una gama de recursos ofensivos extensa y de gran atractivo para el aficionado. Un pivote de clara contención, con Rakitic a su lado y cuatro diablos merodeando el área rival. Sin embargo, los habituales problemas defensivos del preparador vasco en virtud al riesgo asumido y las importantes bajas en el centro de la zaga jugarán en contra de sus intereses en el partido de hoy.
El papel de Vicente Iborra.

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