La llegada de Obafemi Martins al Levante UD
se ha convertido, sin duda alguna, en uno de los culebrones del poco alborotado
mercado estival. Una negociación iniciada hace más de mes y medio durante una
breve estadía en tierras germanas de Manolo Salvador, y que a día de hoy ha
culminado de manera exitosa. La llegada se produce sin desembolso económico
alguno, pues el nigeriano rescindió su vínculo con el Rubin Kazán, pero acarrea
consigo un severo condicionante en los emolumentos del jugador, que percibirá
más de 700.000 euros netos por cada una de las dos campañas (más una opcional)
que firmará una vez superadas las pertinentes pruebas médicas. Además, en el
acuerdo queda incluida una cláusula de rescisión asequible para cualquier club
de renombre en caso de completar una campaña notable, de apenas tres millones
de euros.
Su dilatada trayectoria y su extenso
recorrido por el panorama futbolístico internacional contrastan con su temprana
edad. El africano afronta su nuevo reto con veintisiete años y el deseo de
reescribir su nombre en una élite mundial que llegaría a rozar con las yemas de
los dedos y cuyas mieles llegó a saborear, pero en la cual jamás supo ni tuvo
valor suficiente para consagrarse.

Sus cualidades y buen hacer no pasaron
desapercibidos para la nutrida red de ojeadores del Inter de Milán, la cual
rápidamente puso sus ojos sobre el veloz atacante nigeriano. Se incorporó un
año después a la cantera neroazzurra,
por apenas medio millón de euros, y tras un año en la plantilla juvenil, pronto
se abriría hueco entre el elenco de estrellas por entonces presente en el
primer equipo milanés. Cuatro temporadas en las que firmó 37 tantos en 102
encuentros, además de estrenarse como internacional absoluto con Nigeria. Dos
galardones como mejor jugador joven de África (2003 y 2004), dos Copas de
Italia (2005 y 2006), un Scudetto
(2006) y una Supercopa nacional (2005) abanderan la más exitosa de sus etapas
deportivas.
Reconocido por su velocidad, su potencia y su
dominio del golpeo con ambas piernas, su actitud ante la competencia que le
suponía contar con Adriano, Zlatan, Figo o Recoba en el mismo vestuario no fue
la más deportiva y disciplinada. Enfadado y en rebeldía, decidió emprender un
cambio de rumbo que le llevaría a un periplo de tres exitosas temporadas en las
filas del Newcastle inglés, equipo que abonó más de quince millones de euros
por su transfer. Su bagaje, para no tratarse de un ariete de referencia, una
vez más excelente en cuanto a registros, pues logró treinta dianas en ochenta y
tres participaciones como jugador blanquinegro.
El descenso a la división de plata del cuadro
Magpie en 2009 provocaría un nuevo
traspaso del nigeriano, en esta ocasión rumbo al fútbol germano, y
concretamente a las filas del Wolfsburgo. El desembolso fue notorio nuevamente,
de más de diez millones de euros. No obstante, sus fechorías extradeportivas y
su falta de adaptación al estilo de vida y futbolístico alemán supusieron una
enorme losa para sus intereses y los del cuadro sajón, rompiendo su vinculación
apenas unos meses más tarde. Martins fue traspasado por ocho millones de euros
al Rubin Kazan en julio de 2010.
La historia nada cambiaría en territorio
tártaro, con un jugador inadaptado y que observaba cómo día a día, entrenamiento
a entrenamiento y partido a partido sus aptitudes se veían minusvaloradas por
sus actitudes, nada beneficiosas para la salud del vestuario y el interés común
del conjunto. Una breve cesión al Birmingham, con quien conquistó la F.A. Cup logrando
el tanto decisivo ante el Arsenal y consumó un nuevo descenso a la división de
plata, revela los meses más exitosos de más de tres años de auténtico
ostracismo.

Si bien ese cúmulo de habilidades y virtudes
le convierten en un verdadero superclase,
su cabeza, falta de trabajo y ego
particular se encargan habitualmente de truncar la armonía existente dentro del
grupo y de minimizar sus capacidades deportivas, algo que deben tener muy en
cuenta desde los estamentos superiores hasta el cuerpo técnico y sus compañeros
en cada una de las acciones y decisiones que se emprendan con el delantero, que
además será el hombre mejor remunerado de la plantilla. Su rescisión definitiva le permite llegar al Levante UD con el claro objetivo de
redimirse de sus pecados y relanzar una carrera que todavía alberga serias
esperanzas. Por muchas tardes de volteretas en Orriols…
¡Bienvenido Martins!
¡Bienvenido Martins!
Sólo en el Newcastle a exhibido en parte lo gran jugador que es, tiene todas las condiciones para rendir en el Levante, como rinda como Koné, es digno de estudio.
ResponderEliminarUn saludo.