En busca del tesoro perdido

Con diez cañones por banda, viento en popa, a toda vela, no corta el mar sino vuela, un velero bergantín.

Con el espíritu de La Canción del Pirata, el deseo de hacer historia y la esperanza de cumplir un sueño especial y utópico en algo tan real como maravilloso, viaja esta noche el navío azulgrana a tierras baleares. Surcando las aguas mediterráneas con todas las unidades disponibles, los pupilos del capitán Juan Ignacio Martínez son conscientes de la oportunidad que se les presenta en estas dos últimas batallas, y no olvidan que la conquista del feudo mallorquín no será un quehacer sencillo.

No es menor la alegría en el bando bermellón, que se consolida en la élite tras dieciséis años peleando con los mejores y más poderosos, y que contempla la posibilidad de navegar por los mares de toda Europa la próxima temporada si supera en el envite a sus rivales valencianos. Gran culpa de este éxito, sin duda alguna, la tiene el líder de su tripulación. El excelente trabajo de Joaquín Caparrós desde su llegada, sucediendo al enojado y engañado Michael Laudrup, supuso un estímulo absoluto para sus chicos, y en especial para una cantera que confiaba más que nunca en sus posibilidades. Confiando en todos ellos, y pese a no obtener unos grandes guarismos en sus primeras batallas, el global de la temporada deja un sabor de boca más que dulce a la afición isleña y a todos los estamentos de la entidad. Saben que será difícil lograr seis puntos en estos dos encuentros (en la última jornada visitan el Santiago Bernabéu), pero por ellos no quedará. 

El pirata más poderoso y sanguinario de los levantinos, el mismo por el que se ha generado una gran controversia como consecuencia de la lesión que le ha apartado del grupo justo cuando una estocada más le obligaba a embarcar de nuevo a tierras sevillanas, no ha puesto rumbo a la capital balear. Tampoco lo harán Asier Del Horno y Miquel Pallardó, ambos con leves molestias, ni el zaguero Gustavo Cabral, que junto a Koné esperaran en tierras valencianas el botín deseado en forma de tres puntos. El central argentino no será de la partida por sanción, pues acumuló su quinta amonestación de ciclo en la visita a Zaragoza el pasado miércoles, que se saldó con derrota por un tanto a cero. Sí que acompaña a la expedición el zurdo guipuzcoano Javier Barkero, pese a encontrarse aquejado de una elongación en su bíceps femoral producida en el partido frente al Granada, y que ya le obligó a perderse el duelo intersemanal.

Con Iván Ramis como única baja sensible, y a la espera de recuperar a la pareja de laterales titulares, ambos afectados por un virus intestinal que les impidió ejercitarse en la jornada de ayer viernes, el míster utrerano es consciente de que dirigirá hoy su última batalla en el verde de Son Moix como preparador del cuadro mallorquín, tras rechazar la oferta de renovación. La afición le despedirá como se merece, a la espera que otros navíos con mayor estatus le seduzcan con engalanados y ambiciosos proyectos. 

Tres puntos, y algo más. Pase lo que pase, y salga quien salga vencedor del envite de hoy, la temporada seguirá siendo brillante para ambas entidades, que han superado con creces los objetivos mínimos establecidos para la misma. El premio de Europa, no obstante, espera con deseo en la orilla de la playa, colmando así un viaje que merece recompensa.

Alineaciones posibles:

RCD Mallorca: Aouate; N Sue, Crespí, Chico, Cáceres; Pina, Martí, Pereira, Castro; Víctor, Hemed.

Levante UD: Munúa; Pedro López, Navarro, Ballesteros, Juanfran; Iborra, X. Torres, Valdo, El Zhar, Botelho; Ghezzal.

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