Autor: Jorge Hernández Madrid (@jorgehernandezmadrid_)
Vete a un médico que esté operando a corazón abierto y dile que con esa sierra no se corta. Te dirá que cojas tú la sierra que te salga de las narices y cortes a quien te dé la gana cuando se te preste a ti la ocasión. Y te dirá que, mientras él trabaje, se le deje trabajar de la manera que lo ha hecho siempre y con la que ha salvado tantas vidas.
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- El futbolista Rapinha usa Vicks Vaporub antes de un partido - |
A pesar de las críticas y la "escandalización" de los más puritanos, futbolistas de élite de todo el mundo no se cortan ni un pelo al acercarse a sus banquillos a pedir que les embadurnen el pecho de Vicks vaporub o les saquen los botes de sales de amoníaco para que puedan olerlas. Antonio Pintus lo hace con todos los jugadores del Real Madrid antes y durante los partidos. Otros jugadores como Gerard Piqué o David Beckham ya lo hacían cuando estaban en activo hace unos cuantos años. En Rusia parece estilarse más las sales de amoníaco. La selección rusa las utiliza masivamente entre sus jugadores durante Eurocopa y Mundial. Tanto unos como otros buscan lo mismo: aumentar la entrada de oxígeno en su organismo.
Las sales y el bálsamo son legales. De ningún modo es considerado dopaje por ninguna organización deportiva. Pero no las deja exentas de la crítica de aquellos que lo consideran lejano al espíritu deportivo que se entiende que defiende una buena preparación física, como sustitutivo de todos estos químicos. Sin saber, estos dogmáticos, que de puertas para dentro de un vestuario de fútbol, igual sí o igual no, podrían encontrar costumbres que les asustasen bastante más.
¿Qué es el Vicks vaporub?
Es un bálsamo comercializado desde principios del siglo XX. Compuesto de mentol, alcanfor y aceite de eucalipto, entre sus múltiples beneficios se aprovecha para aliviar y refrescar, producir calor en la piel para aliviar tensión muscular y descongestiona y limpia las vías respiratorias. Unas funciones con efectos gratificantes para la práctica deportiva.
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- Uso de Vicks Vaporub por los futbolistas - |
¿Qué son las sales de amoníaco?
Se usan desde el siglo XIX para reanimar a personas que sufrían desmayos, aprovechando sus efectos estimulantes. En el deporte aterrizó a mediados del siglo XX en formato frasco que abres y olfateas; o también en sobre, tipo sacarina de cafetería. Es el resultado en grano de la mezcla de componentes químicos como el amoníaco y el amonio. Al igual que el Vicks Vaporub, descongestiona y alivia. Pero, también, aumenta la sensación de alerta y consigue una mayor concentración. Es útil para levantadores de peso que necesitan despertar de manera repentina toda su energía.
“Noto que las sales de amoníaco me ayudan a limpiar mi mente. Sientes un estímulo que te activa un poco más, como que empiezas a levantar con el sistema circulatorio en marcha”, confesó Daniel Tejero, presidente de la Federación de Halterofilia aragonesa. No obstante, es una sustancia más tóxica que el Vicks vaporub. Y puede tener efectos secundarios. tales como irritaciones de las vías nasales, náuseas y mareos.
Además de estos compuestos, otros deportistas optan por utilizar las cintas nasales para intentar mejorar su capacidad respiratoria durante la actividad deportiva. Estás se pegan a las fosas y las abren todavía más para que la cantidad de oxígeno inhalada pueda ser mayor.
¿Sirve el Vicks vaporub, las sales de amoníaco y las cintas?
Científicos y algunos preparadores físicos defienden que no. Que, más allá del efecto placebo que puede producir en las personas que están convencidas de que aquello que inhalan o pegan en su nariz es efectivo, no hay mayor evidencia de su funcionamiento. Argumentan que no hay demostración de que la inhalación de estos productos aumente la capacidad respiratoria de las fosas nasales; y que, simplemente, se estimula el nervio respiratorio y se logra sentir un placentero frescor que puede confundir la percepción del atleta. Tampoco a las cintas nasales les encuentran mucho sentido estos preparadores más escépticos. Ellos defienden la teoría de que cuando un atleta necesita más oxígeno, abre su boca y no su nariz.
Pero, ves y dile al "powerlifter" que se juega toda la preparación de un año en un levantamiento que esa inhalación que le hace encarar la barra, lleno de confianza, no sirve para nada. O a ese mediocentro de treinta y pico palos, que camina exhausto al banquillo en el minuto sesenta de las semifinales de Champions League, en busca del remedio mágico que le hará seguir apretando durante treinta minutos más. Dejen a los deportistas que trabajen como quieran. O de lo contrario, cojan ustedes la sierra y operen a corazón abierto.
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