Otro desenlace matador en Cornellà

El fútbol y los arbitrajes parecen tener algo en contra del Levante UD. Imposible de olvidar de la memoria el penalti de Villalibre que condenó a otro año a estar en Segunda División. Y este domingo, en el sexto robo arbitral de la temporada, se sufre otra derrota por un penalti en contra frente a un RCD Espanyol que no fue mejor.

- Un penalti de Álex Muñoz decantó el partido a favor del Espanyol (@A. Benetó | LUD) -

Las ilusiones de los más optimistas pronto se dieron de bruces con la cruda realidad, esa a la que deben de apelar tanto Javi Calleja y Felipe Miñambres recientemente. Porque este partido comenzó con hándicap -1. Justo al cumplirse el segundo minuto, un discutido y recriminado Espanyol por su público ya estaba por delante en el marcador. Un saque de esquina prolongado por Víctor Ruiz y Braithwaite que lo convirtió en gol.

La mala temporada del conjunto catalán tampoco fue hoy un simulacro para dar a entender que podía suponer un punto de inflexión positivo. Porque a pesar de ello, con posiblemente el peor Espanyol de las últimas décadas, el Levante tuvo más posesión pero no la superioridad, al menos durante el primer periodo.

De la dupla de atacantes no hubo noticias destacadas; el '9' caía constantemente en fuera de juego y 'Moha' ni compareció. Tan solo la profundidad de Álex Valle y el talento de Pablo Martínez eran las señales de que los azulgranas tenían síntomas vitales otro domingo.

En las segundas malas partes, por una vez el Levante quiso cambiar la película. Si bien Andrés Fernández evitó el segundo gol periquito tras un testarazo a bocajarro de Braithwaite, de ahí se pasó al empate. La pizarra de Quique Álvarez, el segundo de Calleja, funcionó. Córner botado en corto, Pablo Martínez asiste y Dela que se estrena como goleador del Levante. Su desmarque fue desatendido por la zaga local y el central granota resolvió a la perfección, con ayuda del larguero.

Con el Espanyol casi en la lona, los valencianos fueron incapaces de hincar más el diente. Pero para sorpresa de muchos, el Levante no se hizo pequeño ni fue a conservar el punto provisional como en otras citas. Carlos Álvarez y dos de los revulsivos como Iván Romero y Andrés García tuvieron en sus botas el triunfo, que no se consumó.

Sin embargo, el tiempo de descuento fue de turbulencias. En lo que parecía que sería la última del partido, se reclamó una clarísima mano dentro del área de Keita Balde, que desde el VAR tampoco se valoró. Incomprensible a los ojos de todos los miembros del Levante. El Espanyol sí tuvo tiempo para una más y, precisamente, forzó un penalti por una clara mano de Álex Muñoz. Desde los once metros, Braithwaite dio la victoria al Espanyol. Fue otro desenlace matador en Cornellà.