No hay tampoco opciones de ascenso directo tras la jornada 40. El Levante UD podría haber estado horas jugando y no habría anotado un solo gol a la UD Ibiza. Empate y para de contar, no da para más. Ni con un milagro de la Geperudeta, no tratándose de ser o no católicos.
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| - El Levante UD no pasa del empate sin goles frente a la UD Ibiza (@Adolfo Benetó | LUD) - |
Los resultados de los rivales acompañaron de antemano; el Levante volvió a fallar. Tres pinchazos de sus adversarios hacían falta, todos se dieron de golpe, hasta que tocaba poner el colofón a este penúltimo encuentro de la liga regular. Ante un recién descendido como es el Ibiza, el muro balear no se supo romper.
La insistencia por zona central y la inoperancia por banda, con dos boyas como Wesley Moraes y Roberto Soldado, fue la traducción de otro encuentro lleno de deméritos y decepciones. Ni por honor y amor propio, no fue capaz Javi Calleja de demostrar la superioridad de su plantel respecto al de Lucas Alcaraz.
Un Levante que se fue apagando minuto a minuto. Un bloqueo que se viene repitiendo desde numerosas jornadas. Con un Germán, portero del Ibiza, que se le consintió perder tiempo hasta la saciedad. Y con Joni Montiel como único granota capacitado para hacer presagiar un hipotético gol, hasta que se le sentó en la segunda ventana de cambios.
Por los visitantes, apenas una chilena de Ekain y contragolpes sin mordiente, que en el tramo final bien pudieron costar un disgusto mayor. Pero si hablamos de ocasiones del Levante, no hace falta tirar de memoria porque no las hubo a excepción de la ya citada. Tampoco a partir del 73', cuando se metía toda la pólvora, mojada a día de hoy, sobre el verde.
Otro fracaso histórico, otra pitada de la fiel afición granota y que la "otra vía" para poder aspirar al ascenso a la que apela Calleja traiga una dicha buena.
El milagro de la Virgen fue que no perdiéramos el partido por otro fallo de Rober Pier. Lamentable rueda de prensa de Calleja hablando de las carencias de la plantilla... a buenas horas sale ahora con esos argumentos. Había que ganar (marcar goles) y su elección fue la de sacar dos delanteros que llevan juntos la friolera de 4 goles, de los 41 que ha marcado el Levante. El Ibiza puso el autobús y Calleja se empeñó en que se bombearan balones y a ver si sonaba la flauta. Fue muy triste ver a Postigo subiendo el balón y no saber a quién pasárselo, quedarse dudando, inmóvil... Vale que el equipo puede estar mermardo y con falta de algunos jugadores clave, pero un entrenador de su (supuesta) categoría, también debe saber resolver esas situaciones y sacar los partidos, sobre todo contra un equipo descendido, el más goleado de 2ª y que ha perdido los 5 últimos partidos (el último en su casa contra el Albacete por 0-5). ¿Este hombre no ve videos ni se estudia las estadísticas (de su equipo y de los rivales)?
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