Cómo puede cambiarte la vida de un día para otro. Si no, que le pregunten a Omar Faraj. El delantero sueco de 20 años, que hace diez meses militaba en la tercera división de su país, debutó el pasado viernes en La Liga con el Levante UD ante el Rayo Vallecano, en un día que difícilmente olvidará jamás.
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| - Omar Faraj en el banquillo del Estadio de Vallecas antes de su debut (Levante UD) - |
Faraj era uno de los seis futbolistas del filial (mas Álex Primo del Juvenil A) convocados para el último partido de la temporada en Vallecas, aunque solo él saltó al césped. Fue en el minuto 87 en sustitución de Cantero y con el marcador ya resuelto, por lo que no tuvo excesiva participación (apenas cinco toques y dos pases) si bien se convirtió en el tercer futbolista de las categorías inferiores granotas en estrenarse con el primer equipo a las órdenes de Alessio Lisci.
De raíces palestinas, nacido en Estocolmo, Faraj firmó a principios de agosto por el Atlético Levante hasta junio de 2026. Llegó procedente del IF Brommapojkarna, en ese entonces club de tercera sueca, donde fue de lo más destacado tras firmar doces goles en dieciséis partidos entre liga y copa. Su papel fue clave para lograr finalmente el ascenso a segunda división, antes de hacer las maletas.
En su llegada a Orriols se asentó como titular desde el principio, llamando la atención de los aficionados levantinistas por su habilidad y, especialmente, aquel poker de goles que firmó el pasado 27 de noviembre frente al CD Marchamalo, en una de las mayores goleadas de la historia del filial (1-7). Desde que Adrián Esteve se hizo cargo del banquillo fue perdiendo protagonismo, hasta el punto de ser suplente durante la mayor parte del 2022. Ello, en cualquier caso, no le ha impedido acabar como pichichi del Atlético Levante con siete goles.
Alessio le conoce bien, sacó a relucir su mejor versión (seis de esos siete tantos fueron con el italiano de entrenador) y ahora le ha llevado a conocer la élite del fútbol español. Echando la vista diez meses atrás, el contraste es brutal. Faraj ha cumplido un sueño y hay muchas expectativas puestas en lo que pueda aportar la temporada que viene, ahora que el Levante necesita crear un proyecto en La Liga Smartbank apoyándose, en parte, en el talento joven que se ha estado formando en Buñol.
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