El momento que lo cambió todo

Hay noches que por más que trates de buscar explicaciones, no las encuentras. La impotencia te invade. Y más cuando el Levante UD, el que ha sido el mejor Levante de la temporada, no se achanca contra el FC Barcelona y sale con una derrota en tiempo de descuento.

- El FC Barcelona se termina llevando la victoria del Ciutat de Valencia (@José Jordán | Getty Images) -


Un partido para verlo, volver a reproducirlo y analizarlo. De los que al aficionado neutral apasionan, no tanto a los levantinistas por su desenlace. En el duelo de pizarras, Alessio Lisci pasó por encima de Xavi Hernández. El Barça se mostró impotente durante todo el primer tiempo, donde tan solo un pase filtrado hacia Ferran Torres pilló desprevenida a la defensa.

De hecho, el Ciutat de Valencia presenció el "no gol" más bonito que se recuerda en mucho tiempo. Morales, quién si no, en un arranque de valentía no encontró rival de por medio. Se fue hasta de su sombra y únicamente Eric García bajo línea de portería privó de hacer válido el mejor tanto de toda la trayectoria del madrileño.

"Qué bonito es el fútbol cuando se vuelve loco", dijo Miguel Ángel Román en una narración hace tres años. Y vaya si tenía razón, porque exactamente sucedió eso en la segunda parte. El Levante se ponía por delante por un penalti por un manotazo, transformado por un pletórico Morales. Pero acto seguido se llegó al momento que lo cambió todo. Ese cara o cruz, con otro penalti favorable a los valencianos, que en lugar de dejarle la victoria en bandeja fue una estocada propia. 'El Comandante' no repitió como lanzador y Roger no batía a Ter Stegen, adivinando el alemán sus intenciones.

Coincidiendo también con la entrada de Gavi y Pedri, hoy suplentes, el Barça remontó en un abrir y cerrar de ojos. Primero un testarazo de Aubameyang y el segundo para el joven Pedri, perfeccionando sus disparos desde media distancia. El Levante deambuló casi como un zoombie desde aquel momento, parte por el agotamiento de los esfuerzos físicos y otra parte por el duro mazazo psicológico.

Sin embargo, los granotas se aferraron a intentar la hazaña. A pesar del arbitraje sibilino de Munuera Montero, tercer penalti a favor que provocó Dani Gómez con un derribo en la misma línea del área. Ahora sería Gonzalo Melero el encargado de disparar, con acierto para el empate a dos. Rugía Orriols. La gente se lo creía, los jugadores también. 

Pero como este deporte no entiende de justicia, sin Morales ya sobre el campo y con el 92' en el electrónico, Luuk De Jong daba la victoria al FC Barcelona. Del nada al todo y del todo al nada, para poner casi punto y final al hipotético milagro de la salvación.


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