12 jornadas, 12 causas

 Cuando no es un pito, es una pelota. Y a día de hoy, el Levante de Paco López sigue siendo una causa perdida. Tras un nuevo bochorno en Orriols, el Rayo Vallecano endosa otro doloroso golpe físico y psicológico, alargando ya la racha a doce partidos consecutivos donde los levantinistas no conocen la victoria.

- El gol de Roger no fue suficiente para derrotar al Rayo Vallecano (@Levante UD) -

Las historias de amor en el levantinismo suelen tener inicios bonitos y apasionantes, desde todos los sentidos y perspectivas. Lo mismo volvió a suceder durante esta apacible tarde de septiembre, con 15.000 fans pudiendo ya seguir a los suyos desde su butaca habitual. Un auténtico derroche de fuerzas y volcados al ataque, a pesar de los habituales regalos en zona de iniciación.

25 minutos duró lo dicho. El Levante se ahogó. Y tan solo la pausa de hidratación y el claro penalti de Pathé Ciss, confirmado tras la revisión del VAR, sirvió como primer salvavidas para los de casa. Roger Martí, siendo el '9' en quien siempre confiar, anotaba el gol y sumaba ese acierto transformando la pena fatídica.

Fatídico fue precisamente el devenir del encuentro. El cuadro madrileño doblegando en ocasiones y méritos lo aportado por el Levante. Y gracias... Gracias que el ataque de los franjirrojos, con el debido respeto porque ni deportivamente ni económicamente pueden hacer sombra a su rival de hoy, tiró por tierra o al segundo anfiteatro cada uno de los 22 remates totales para poder empatar, salvo el último de ellos.

Paco López se sobreprotegió. Error. Mejor dicho, el error de siempre. El debut histórico de Pepelu en liga quedaría empañado. Jugándose todo a mantener el corto resultado a favor y volviendo a prescindir de Roger. No había que ser inteligente ni pitoniso para averiguar qué terminaría pasando. Efectivamente, en tiempo de descuento y consecuencia de defender mal y por acumulación, una conexión entre Bebé y Sergi Guardiola fue el origen del gol del empate del Rayo Vallecano.

Un punto, dicho sea de paso, con el que los de Iraola regresarán a su barrio de Vallecas. Y con dos lesiones más en su haber, el Levante ahonda en su herida. Nadie parece querer sanar la situación. Porque los buenos resultados y competir no es solo contra los "grandes". Al buen entendedor, sobran las palabras.


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