Si uno hace balance, pocos futbolistas del Levante UD se salvan de la quema en estos últimos meses, marcados por un bajón de rendimiento demoledor. Entre esas excepciones positivas se encuentra un hombre anteriormente cuestionado, pero que ha logrado dar un paso al frente muy importante tanto para él como para el equipo. Ese es Gonzalo Melero.
- Melero celebra su gol en la ida de semifinales de Copa del Rey (Levante UD) - |
No son estadísticas superficiales. Detrás hay una notable regularidad, apareciendo en los momentos clave, además de un rol como desatascador que quizá pasa inadvertido. Todos los goles que ha marcado Melero han servido para abrir la lata para los suyos. Hasta un total de siete ocasiones de las cuales seis permitieron puntuar o sacar un buen resultado (Copa).
Tras una primera temporada en Orriols flojita en la que no terminó de encontrar su sitio, el centrocampista madrileño ya es uno de los jugadores más valiosos que tiene el Levante en nómina. Un cambio de situación que se entiende mejor desde que juega liberado de tareas defensivas, cerca del área y alejado de la posición de pivote. Así pues, Melero ha cambiado las críticas por elogios y cada vez se asemeja más a ese llegador que brilló con la SD Huesca y por el que se pagaron en torno a cuatro millones de euros.
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