"No estoy preocupado"

Son palabras de Paco López. Palabras que en un primer momento, una vez terminado el partido contra el Elche CF, no les di mayor importancia. Pero unas declaraciones las de "no estoy preocupado" que han resonado y se reproducían mentalmente en mi cabeza cada vez con mayor reiteración y potencia a lo largo del fin de semana.

- Partido entre Levante UD y Elche CF (@Adolfo Benetó | Levante UD) -
El próximo viernes se cumplirán dos meses de la última victoria del Levante UD. Fue en El Sadar y todo hacía indicar que se había vuelto a dar con la tecla y que a partir de entonces se iría viento en popa. Pero cada partido es un mundo diferente y exige adaptarse a las necesidades de los mismos. Si alguien opta por ver la botella medio llena en este mar lleno de dudas, también puede decirse que son cuatro partidos consecutivos sin perder. Pero vaya cuatro partidos... en los que se te "exigía" por lo menos dos victorias dada la "fiereza" y circunstancias presentadas de los mismos.

El Elche CF llegó a Orriols como el equipo de la Liga con menor promedio de disparos por partido. Afianzándose en la consistencia defensiva, Jorge Almirón se ha amoldado en tiempo récord a una plantilla que ni mucho menos está a la par que la actual del Levante. Es más (y perdonen mi osadía), está dos peldaños por debajo. Pues bien: los ilicitanos llegaron, realizaron un total de once chuts (más que su media) y se llevaron un empate. 

Todo un baño táctico el que se llevó Paco López y su cuerpo técnico, con el único aval de anotar un gol a balón parado, como la excepción que confirma la regla de una labor no elaborada ya que precisamente encajaste de la misma manera. Y a todo ello añadiendo la poca contundencia de la segunda parte y el crédito que también van perdiendo los jugadores, por mucho que lancen mensajes populares y populistas de "lo hemos dado todo" o "este es el camino". 

Empezando por Campaña, que desde que fue internacional no es para nada el mismo. Pero sin excluir a nadie, porque aquí pocos se salvarían de la quema hasta el momento, mostrando su falta de empatía al ni si quiera protestar un más que posible penalti sobre Clerc. Cada uno mira por su propio culo.

Son los jugadores mismos los que delatan esa evidente crisis táctica y deportiva que azota al Levante. A Gonzalo Melero, en declaraciones postpartido, le preguntaban sobre la situación de adelantarse en tres partidos y no haber mantenido la ventaja en ninguno de ellos. La respuesta fue que no se analiza, en plural. Unas son situaciones psicológicas; otras, condiciones tácticas. Pero no, no hay un análisis mínimo. La autocrítica y ver cuándo se está fallando, que de ello se encarguen otros y no los verdaderos responsables.

Con el crucial duelo contra el Real Valladolid oteando el horizonte, ojalá equivocarse y recibir una sorpresa en forma de tres puntos. El levantinismo, cada vez en tendencia más pesimista, aguarda con fotos en blanco y negro en sus perfiles ese próximo triunfo que se resiste tanto.

Paco López no está preocupado. Entonces, ¿qué más tiene que pasar o qué circunstancias deben darse para estar realmente preocupado?


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