¿Buena suerte? ¿Mala suerte? El fútbol no es una ciencia, pero tampoco influye el "factor suerte" y lleva más factores cargado a sus espaldas, salvo rara vez. El fútbol es un deporte, basado en el rendimiento de sus profesionales. Y todo lo demás sirve como tapadera para negar aquello en que no se está sacando el máximo provecho.
- Paco López en el partido en Granada (@Adolfo Benetó | Levante UD) - |
El problema viene cuando todo ese cúmulo de aspectos citados se juntan en un solo partido. Y, en cambio, el equipo con todo a favor únicamente obtiene un mísero empate. Algo que sucede tantas semanas, que no es de forma esporádica, sea por planteamientos repletos de imperfecciones, malas lecturas, porque uno no da para más de sí o con errores visibles a los ojos de todos que se conocen de memoria y que no se corrigen.
Negar las evidencias es el verdadero problema. Algo que no es nuevo en los tiempos actuales que corren, en que se suma la austeridad por el COVID-19, pero sobre todo por el conformismo instalado a partir del lema ya caduco "Qué grande es ser pequeño" durante tantos años.
Quien despeja balones fuera y no recurre al aspecto crítico tan necesario, flaco favor se está haciendo primero a él mismo y después al club de fútbol, más allá de los ideales que compartas teniendo el denominador común llamado Levante o con sus protagonistas y simpatías hacia lo buena persona que sea uno. Y, precisamente, quien lleva a preguntarse sobre estas cuestiones más negras que blancas no lo hace por gozo, sino por preocupación justificada.
De esos críticos, muchos alzarán la voz por "Twitter Levante". Y a estos parecen que no los toman en serio, sino con sorna. Pero realmente detrás de cada cuenta se esconde un granota, un pequeño porcentaje de levantinismo que, a falta de poder alzar la voz en un estadio ahora vacío o por otros medios, se expresa a través de ahí. Y al igual que esta red social, hay más escenarios donde el "run-rún" es cada vez más sonoro, más allá del negativismo o positivismo que lleve cada uno inculcado de origen.
Lamentablemente y aunque pese decirlo, el fútbol no es una reunión de amigos y exige resultados. Y a Paco López se le sigue sosteniendo más tiempo en la cuerda floja, ya desde su segunda temporada. Nuestro técnico, a quien todos queremos mucho, no da síntomas de mejora y, junto a las deficiencias de calidad de plantilla, presupuesto,... sigue doblegando la curva hacia abajo. Insisto: se habla únicamente de su figura como actual técnico.
Mi función y mi labor, como la de la gran mayoría, no es la de decir qué o cómo se deben hacer las cosas. Tampoco dar lecciones. No se tiene el título de entrenador ni el cargo de coach del Levante UD. Lo que sí se debe es exigir responsabilidades y no dejar pasar el tiempo desde el inmovilismo. El citado Paco López es el mismo que rescató a la plantilla de la 'era post-Muñiz', con el que se disfrutó y nos divertimos, estando muy agradecidos por ello. Pero también es quién acumuló dos victorias en 17 partidos oficiales hace dos temporadas. Y, por ahora, el balance de la presente liga es 5 de 21 puntos posibles: números de descenso.
El Levante será muy divertido verlo desde fuera, pero se necesita que el fútbol sea práctico. Y más con el nivel de responsabilidad deportiva que conlleva permanecer en primera división. Porque a ello le respalda las obligaciones y gastos económicos que hay que asumir (remodelación del estadio, Ciudad Deportiva de Nazaret, fichas de la plantilla,...) que, de no evitar quedar entre los tres últimos, tumbarían la fuente principal de ingresos: el reparto por derechos de televisión.
Contra el Deportivo Alavés se podrá ganar y se apunta a ello, pero primero hay que hacerlo. Con ese resultado se abandonaría la zona roja e incluso poder adelantar al segundo peor Valencia CF de la historia. Pero sería una de esas victorias con trampa y que no haría desaparecer la verdadera problemática. Incluso no ganando, se seguirá apelando a que "la primera división es muy larga", "no hay que hablar de finales" o el famoso "quedan X puntos".
Una historia que ya conocemos todos y que pinta a un episodio muy parecido al que hace cinco años se inició con Lucas Alcaraz. El crédito se va agotando, más allá de lo que algunos llaman suerte.
La mejor opinión desde hace meses. Gracias.
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