La vuelta al fútbol está siendo frenética e intensa, tal y como se esperaba. Partidos todos los días, con descanso de pocas horas y con un denominador común: las limitaciones para todos. Para el Levante UD, dos importantes empates y notas a destacar de todo tipo.
-Miramón celebra el gol (@Adolfo Benetó | Levante UD)- |
Cobertura (o la falta de ella) es la palabra más indicada precisamente para hacer mención a los problemas que se ha tenido para que Aitor Fernández no pueda mantener su portería imbatida. Porque si algo no ha cambiado es que el portero de Mondragón es el dragón que sobrevuela bajo palos para evitar una sangría de goles mayor. Pero todo tiene un límite y la falta de atención defensiva o rapidez por banda derecha ha generado que llegaran las dianas de dos '9' como Rodrigo y De Jong.
El primero de estos goles, en Mestalla, puede achacarse y excusarse al ser una jugada más asociativa, producirse en el momento en que llegan con las fuerzas más limitadas,... Sin embargo, el de ayer en La Nucía, aunque fuera por escasos centímetros (tal y como desde el VAR se difundía), se debe a un error imperdonable de desproteger la marca y no estar Coke al nivel óptimo, justo a los pocos segundos de haber vuelto del paso por vestuarios.
Mientras tanto, existen factores válidos y a destacar positivamente sobre los que podemos hacer mención por encima después de los casi 200 minutos jugados, si incluimos los largos tiempos de descuento. En primer lugar, la entereza de Campaña que es siempre un jugador de finales de temporada y no desaprovecha la ocasión de lucirse, pese a que contra su exequipo y pretendiente mostrara una versión más gris. También la fortaleza de los centrales, en donde Vezo especialmente acompañado de Postigo o Bruno saben que para sumar más puntos ellos deben mostrar esa efectividad con sus labores. Y cómo no Gonzalo Melero, un hombre diferente y que va asemejándose más al fichado desde el Huesca, una vez el confinamiento de por medio ha servido para ir olvidando los problemas físicos.
Como nota final, la aportación letal de los revulsivos Hernâni y Sergio León más el factor suerte. Estando más o menos de acuerdo, la suerte está presente también en el fútbol y hay que buscarla. Ha ocurrido con los dos goles a favor, donde nadie pensaba que pudieran producirse de dicha manera tras el penalti absurdo de Diakhaby y un centro duro pero inocente de Miramón que dejó el gol en propia puerta. Fe de erratas habría que decir, ya que la RFEF con su acta del árbitro Hernández Hernández ha optado por dar oficialmente la autoría del mismo al lateral zaragozano. Para los más incrédulos: "El gol de Miramón ha sido gol".
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