Vida o muerte. Blanco o negro. Punto o final. El partido entre Levante y Espanyol de mañana domingo tendrá unas connotaciones tan claras como marcadas. Un triunfo puede aclarar el turbio sendero que atraviesa hoy día el equipo de Muñiz, mientras que todo lo que no sean tres puntos ahondaría todavía más si cabe la herida de un grupo hundido en lo anímico y cerca de ello en lo deportivo.
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Desde septiembre... y seguimos
21 de septiembre. Con un reciente carpetazo al verano y todavía en manga corta y con un calor infernal envolviendo la ciudad, el Levante firmó su último triunfo hasta la fecha como local. Una victoria que se resiste desde entonces y que parece querer esquivar los intereses de una escuadra absolutamente bloqueada en Orriols.
El Espanyol, rival favorable
Históricamente, el Espanyol es uno de los rivales favoritos del Levante en Primera División. Por si fuera poco, el único triunfo de este 2018 se produjo ante los catalanes en el estreno del año natural. Un uno a dos en Cornellà en la ida de los octavos de Copa del Rey que de poco serviría tras la dolorosa derrota en la vuelta como locales por cero goles a dos. En Liga, se consiguió un meritorio empate en Barcelona con un Raúl estelar.
Tres descartes
En una lista de 21 convocados de la que se han caído Lerma y Chema, sancionados, Postigo e Iván por lesión y Villar por decisión técnica, el míster deberá realizar tres descartes de última hora. Fahad, Shaq y un tercer elegido apuntan a ello.
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