Un derbi autonómico con un claro dominador pero resuelto con polémica mediante un penalti. En el turno de la rueda de prensa de los entrenadores, un Escribà de escasas palabras declaraba que el árbitro Álvarez Izquierdo había reconocido que se equivocó en dicha acción. Sin indicar el momento ni el receptor de dichas palabras. A Muñiz no le constaban y desconocía del asunto, remitiéndose a las palabras de su jugador Morales, con quien habló y le indicó que sí hubo contacto para ser derribado.
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Al ser preguntado por la labor de Morales, no quiso entrar en mucho detalle ya que consideraba injusto sacar uno por encima del resto. "Hay que disfrutarlo, estar contento por el trabajo y mañana a recuperar para el siguiente partido". El aspecto defensivo sí lo destacó, desde el desgaste de Álex Alegría en la salida del balón de rival hasta Raúl Fernández. Y ofensivamente se sentía satisfecho por la rápida circulación de balón y con buenas llegadas. "Esta es la línea que tenemos que mantener el máximo tiempo posible" apuntaba.
Muñiz es un entrenador con preferencia a un buen colectivo que a las individualidades. Por ello, aunque sí premió el esfuerzo de las nuevas caras, mantuvo prudencia. Al igual que el hecho de comenzar ganando, algo insólito y para las estadísticas en primera división. "Siempre es importante porque son tres puntos y hay que ir a por más. Cada partido debe afrontarse como si fuera el último. Hay que mantener regularidad y cuando lleguen momentos malos reponerse".
Finalmente, reafirmaba su discurso del año pasado cuando transmitía que su equipo podía competir sin problema en primera, como demostraron en este partido. También agradecía el apoyo de la afición, a la que consideraba espectacular desde el primer día en que llegó y deseaba que sea el comienzo para que puedan seguir disfrutando de muchas victorias así.
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