¡El Levante UD DM es de primera!

- Primera división, ¿Dígame?  

- Somos el Levante UD DM, ¡Nos quedamos!

Ya pueden respirar tranquilos. Después de muchas semanas sufriendo por la caída en picado del Levante UD DM en la tabla, el último empate a cuatro en Elche sirve para que los granotas, a falta de dos jornadas para la conclusión de la Liga, salven de forma matemática la categoría por segundo año consecutivo. Ese era el objetivo inicial de la temporada, pero tras una sobresaliente primera vuelta, se llegaron a rozar los Play-off de Copa de España y se soñó incluso con poder entrar a formar parte de los ocho mejores equipos de la Liga Nacional de Fútbol Sala, pero el tropiezo fue de órdago.

 
Foto: Jorge RamÍrez // Levante UD
El Levante hizo de su casa un fortín consiguiendo como local las únicas seis victorias que lleva en competición, cinco de forma consecutiva. Pero llegó la jornada 18, el partido frente a Peñíscola que marcaría un antes y un después en la buena temporada del Levante hasta entonces. Sin ser superiores, los castellonenses se impusieron 2-6 y el Levante perdía después de cinco partidos en casa saliendo victorioso; pero el golpe psicológico fue mayor con las lesiones de los dos hombres más importantes del equipo, Yeray y Jordi Lledó. Desde entonces el Levante lo perdió todo, tanto en casa como fuera, diez partidos sin sumar ni un punto en la tabla, por lo que se temió lo peor.

El final de temporada acechaba, y el equipo granota, estancado en los 22 puntos, todavía tenía opciones de bajar. Por ello el partido en Elche se presentaba vital. El cuadro ilicitano también se lo jugaba todo para no entrar en puestos de descenso y se mostró muy superior al Levante. A falta de un minuto para la conclusión del partido, el Elche vencía y todo hacía presagiar que se iba a llevar el partido, pero Pichi, en los últimos segundo, haría el gol de todo el levantinismo que llevaría al conjunto de Braulio Correal a conseguir la salvación.

Foto: Jorge Ramírez // Levante UD
Una temporada que comenzaba con muchas caras nuevas en la que parecía que el Levante iba a tocar el cielo pero que se tornó difícil entre lesiones y adversidades con las que nadie contaba, con un cambio de entrenador express a falta de cinco partidos, y con el miedo acechando, pero el Levante no tiró la toalla. Tarde, pero cumplió, y ya tiene de nuevo un hueco en la mejor liga del mundo. 

Ahora quedan dos partidos para la conclusión de la competición, un final más relajado que enfrentara al cuadro granota frente a D-Link Zaragoza y Jumilla. El próximo partido en el Cabanyal, el viernes a las 20 horas frente a los primeros, promete ser una fiesta entre afición y jugadores para celebrar que el Levante se queda una temporada más en la élite del fútbol sala nacional. 

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