Un mes frenético para Manolo Salvador

Vuelve la ilusión al Levante. Volvieron los fichajes sin trabas y con libertad "made in Manolo Salvador" durante este último mes de enero en que se celebraba el mercado invernal. 

El club granota ha visto cumplido su objetivo de reforzar la plantilla e intentar dar un salto de calidad. Apuraron todas las opciones posibles, trabajando hasta el último segundo disponible y alzándose con una pesca de peso dentro del alcance reglamentario. Sin gastos económicos desmesurados, más bien lo justo, incorporaciones a coste cero y equilibrando su presupuesto dentro del tope salarial exigido por la FIFA.

Foto: Jorge Ramírez / Levante UD
En el apartado de salidas, fueron tres futbolistas los que tuvieron que bajarse de la tripulación. El director deportivo ha rectificado en dos de sus decisiones de meses atrás. Gavilán no continuará, después de haber sido titular en Copa del Rey con partidos loables, pero no contando con la confianza necesaria y estando afectado por algunas lesiones musculares, pasando a fichar por el Platanias griego.  Víctor Pérez, quien llegó cedido desde el Real Valladolid aconsejado por Mendilibar, tampoco ha cuajado dentro del esquema de la plantilla, con actuaciones desafortunadas y reduciendo su participación prácticamente hasta la nada. Días más tarde, al no ocupar plazas disponibles, se le intentó devolver la ficha federativa, pero la LFP no lo ha consentido.

 Sin embargo, la pérdida más dolorosa fue la de uno de los emblemas del levantinismo. Héctor Rodas, tras 17 años de servicio al Levante, en el que se la ha visto crecer, se despidió de los aficionados con una emotiva carta de agradecimiento. Su contrato finalizaba este mes de junio, aunque el Betis mostró ahora su interés y Rodas aceptó vestirse de verdiblanco con tal de luchar por el ascenso a la primera división. Por último, se intentó sin éxito la cesión de Rafael Martins al Brujas y se está al tanto para la desvinculación de El Adoua que prodía producirse en las próximas horas.

En lo referente a las llegadas, el Levante precisaba hacer una incorporación en cada una de sus líneas de juego. También luchó por hacer un baile de porteros, sin llegarse a moldear. En total, cuatro jugadores se han comprometido con el club levantino para unir sus fuerzas y lograr una permanencia más complicada en comparación a la de otros años.

Foto: María Villanueva / Mundo Levante UD
Iván Ramis era el hombre elegido para apuntalar la defensa. Un central experimentado, con un destacado juego aéreo y especialista a balón parado que, tras desvincularse del Wigan volvía a la Liga española. Un camino similar al emprendido hace dos años por David Navarro, con el que luchará por volver a ser una de las centrales más firmes y demostrar sus dotes futbolísticos.

Quien también volvía a España era José Mari. El centrocampista decidía dejar la MLS de Estados Unidos, a pesar de ofertas económicas y deportiva atractivas como la del New York de David Villa. Pero el futbolista mostró siempre su predisposición por volver a su país y correspondió al interés del Levante. Un caso diferente fue el de Jason, quien cedido al filial del Villarreal y con un futuro prometedor, el Levante le repescaba antes de lo previsto para complementar y ofrecer alternativas diferentes, sin ocupar ficha del primer equipo pero estando a las órdenes de Lucas Alcaraz.

La puntilla definitiva se hizo esperar, la de los delanteros. El primero en aterrizar era Kalu Uche, desde Qatar pero con promedios goleadores más que aceptables anteriormente con Almería y Espanyol. Fuerza, destreza y precisión para acrecentar los registros a favor de cara portería. Sin embargo, la guinda del pastel no se pudo saborear. Se anunciaba la contratación de Bryan Ruiz, capitán de la selección de Costa Rica y una de las revelaciones del Mundial 2014, pero la FIFA impidió su inscripción al superar el plazo establecido al llegar la documentación necesaria para su cesión.

Desde fuera, es decir, desde los despachos, se ha dado un paso más para la permanencia, en un mes con frenética faena para Manolo Salvador, sumado ya al del apoyo de los aficionados tanto antes como durante la campaña de "La unión es la salvación". Ahora es la hora de los jugadores, de los que más deben influir en el resultado final. Toca reflejar este progreso sobre el terreno de juego. Confiamos en vosotros.


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