Foto: Arnau Llopis / Levante UD |
En el retorno del fútbol sala de primer nivel
a la ciudad de Valencia, la Fonteta de Sant Lluís se engalanaba con la presencia de más de cuatro mil aficionados para para
presenciar el debut de un buen Levante frente al histórico y potente FC
Barcelona Alusport. El aplastante comienzo de los catalanes hizo que el
resultado final fuera un abultado 2-6, pero los granotas dejaron en la cancha
destellos de calidad, sobretodo en la segunda mitad, que demuestran que no están
en la primera división para pasearse, sino que han llegado para quedarse.
El Barça, que desde el primer momento se
mostró superior en el encuentro, gozó de las primeras oportunidades para abrir
el marcador, y fue en el minuto tres cuando un potente disparo de Sergio Lozano se coló en las mayas de un portero levantinista que nada pudo hacer. Tampoco se
hizo esperar el posterior gol, ya que dos minutos después de que el conjunto culé
sumara su primer tanto vino el segundo, esta vez de Wilde, que había tenido ya
ocasiones anteriores. Con la grada entregada el Levante seguía creyendo en sus
posibilidades y probó en numerosas ocasiones a Sedano. Sin éxito para los
granotas, llegó el tercer gol del Barcelona, no exento de polémica ya que Ferrao
pudo haber controlado el balón con el brazo antes de colarlo en la portería.
Para muchos el partido podría estar sentenciado incluso antes de terminar la
primera parte, y el Barça, que veía que podía seguir haciendo daño a los de
Escrich, continuó con su goleada. Se acercaba ya el final de los primeros veinte
minutos cuando de nuevo Wilde marcaba para aumentar la ventaja y unos segundos más tarde
era Sergi Lozano el que de nuevo incrementaba las diferencia. Un doloroso resultado que
Jordi Lledó pudo maquillar tras lanzar dentro un doble penalti que ponía al Levante
con un gol en el marcador por los cinco del Barça para llegar al fin de la
primera parte.
Foto: Anau Llopis / Levante UD |
En la segunda mitad se vio a un Levante
diferente. La unión entre jugadores y afición llegó a tal punto que el equipo
valenciano logró marcar el segundo gol. José Revert fue el encargado de ponerle
el miedo en el cuerpo a los catalanes que, con cuatro faltas y tres goles de
ventaja veían como los granotas se acercaban a su portería. Lo cierto es que,
pese a la multitud de llegadas de los azulgrana, el cuero no traspasaba la línea
de gol, por lo que ese dos a cinco prevaleció durante gran parte del segundo
tiempo. A cinco minutos del final el Barcelona marcaría el sexto y definitivo
gol, mediante las botas de Aicardo, y sentenciaba así al Levante en su debut
liguero en la primera división de la Liga Nacional de Fútbol Sala.
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