En una apacible tarde de domingo, con la afición del Levante apoyando en masa a jugadores y cuerpo técnico, el filial azulgrana no fue capaz de lograr tres puntos vitales para la permanencia y se complicó aún más las opciones de seguir un curso más en la categoría de bronce. Los catalanes remontaron el tempranero gol de Andy y se llevaron un triunfo que les sitúa de pleno en la pelea por el ascenso.
Foto: Jorge Ramírez / Levante UD |
El paso por vestuarios ofreció una nueva versión del filial levantinista, más intenso, dominador y acertado en sus acciones. Un lanzamiento directo desde la esquina, ejecutado por Andy, y una preciosa acción combinativa finalizada por Camarasa avisaron del peligro a un rival que se topó, casi sin merecerlo, con dos penas máximas en apenas cuatro minutos. La primera de ellas la detuvo Ovejero, pero la segunda fue convertida por Lago en el empate a uno.
Un auténtico jarro de agua fría que se acentuó con el tanto de Xisco Campos a la salida de un córner a falta de un cuarto de hora para la conclusión. Pese al ánimo incesante, el electrónico no se movió de ahí al final y, pese a la crítica situación que vive el equipo a falta de tres semanas, nadie duda de que los jugadores se dejarán todo sobre el césped para prolongar un año más la estadía en la Segunda División B. Juntos lo conseguiremos.
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