El Levante UD Femenino cae derrotado por la mínima en Lezama

El Levante UD Femenino ha sucumbido en su visita al Athletic Club por tres tantos a dos, en un encuentro marcado por la frenética intensidad de su tramo inicial y la consiguiente losa resultadista para las chicas de Antonio Contreras, quienes, pese a todo, en ningún momento le perdieron la cara al partido.

-Fotografía: Encuentro del pasado año en Valencia/ P. Asencio-
El comienzo fue trepidante. Las bilbaínas salieron más enchufadas y su notable empeño se tradujo rápidamente en dos tantos prácticamente consecutivos. Gimbert y Nekane tardaron cinco minutos en poner el envite en franquía para un equipo sobrio y solvente, que controlaba sin excesivos problemas las tímidas acometidas visitantes.

Sin embargo, en el minuto doce, el colegiado Guerrero Maté señaló una pena máxima a favor del Levante. Olga García se encargó de materializarla para, además de meter de pleno a sus compañeras en el partido, romper su prolongada y desdicha sequía goleadora. Poco duró la alegría azulgrana. Instantes después, tras un error defensivo de conjunto, Mariví cometió falta en el interior del área levantinista. El árbitro amonestó a la veterana lateral valenciana y nuevamente Gimbert aumentó el margen de ventaja hasta los dos goles.

No había lugar para la tregua. Veinte minutos de infarto que quedaron coronados con una de las acciones más polémicas del encuentro. Sonia Prim cabeceó el esférico al fondo de las mallas en una acción a balón parado que quedó anulada, de manera más que rigurosa, por una supuesta falta de la central levantinista. Todo esto precedió a momentos de calma tensa, de guerra fría y control mutuo cercados por una situación de intereses paralelos.

El paso por vestuarios fue más beneficioso, sin duda alguna, para las chicas de un Levante más intenso y preparado para la batalla. En busca de la igualada sin tapujos ni miedo alguno, Ali perpetró de manera brillante un guion idóneo. Anotó el segundo gol levantinista a los pocos minutos de la reanudación y ensalzó los valores de un equipo al que, pese a la falta de ideas general, no le faltaron la entrega y tesón tan característicos de su particular estilo.

Antonio jugó todas sus bazas durante la segunda mitad dando entrada a Nerea, Paula y Peque en detrimento de la goleadora Ali y las dos laterales titulares, Mariví y Anabel, pero el electrónico ya no se movería y nuestras chicas se quedarían con la miel en los labios y la sensación de que irse de vacío fue un más que duro castigo para sus credenciales y aspiraciones seis días antes de recibir al todopoderoso Barcelona.

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Fuente: Twitter de Manolo Almécija ( @manoloalfo )

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